Los altos precios de la energía provocados por la invasión de Rusia en Ucrania hacen a la Unión Europea buscar alternativas al gas ruso. Alemania y España se han puesto manos a la obra y se muestran decididos a reactivar el olvidado gasoducto MidCat para conectar la isla energética ibérica con Europa Central. El presidente español, Pedro Sánchez, y su homólogo alemán, Olaf Scholz, han mostrado sintonía en este aspecto y han logrado hacer presión para que Francia se abra a estudiar el proyecto.
El canciller alemán recuperó la posibilidad de construir un gasoducto que transporte gas desde Portugal y España hacia el resto de la Unión Europea. La idea fue bien recogida por el gobierno español, pero se han encontrado siempre con la oposición del gobierno de Emmanuel Macron. Además, el gobierno francés ha dado un nuevo impulso a sus relaciones con Argelia, a la vez que mantiene atado su vínculo con Marruecos.
La oposición francesa
La tesis sostenida hasta el momento por el gobierno francés es que los costes de construcción son muy altos. La propia Unión Europea abandonó el proyecto en 2019 por dudar de su rentabilidad económica. La misma ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, calificó de «ruinoso» el proyecto por aquél entonces.
La interconexión gasística entre España y la Unión Europea abriría un abanico de posibilidades de trasladar el gas procedente de Marruecos y Argelia para así depender menos de Vladimir Putin. La pelota está en el tejado de Francia, que ahora se abre a estudiar la reactivación del proyecto MidCat. No obstante, según publica el diario ABC, el Ejecutivo de Macron impondría algunas condiciones para aceptar el proyecto, como disponer de la ‘llave de paso’, además de exigir la financiación comunitaria europea.
Cambio de postura en la UE
Tras la ocupación de Rusia en Ucrania, la Unión Europea ha variado su postura respecto al MidCat. De eliminarlo de la lista de «proyectos de interés común», a considerar la necesidad de una «infraestructura de gas limitada» para compensar la «futura pérdida de las importaciones de gas ruso».
Alemania ha quedado expuesta al evidenciar su alta dependencia del ruso. La Comisión Europea reconoció el pasado mayo en un comunicado oficial que las limitaciones relevantes a infraestructuras y normativas «impiden a los países suroccidentales cooperar con países del noroeste de Europa, así como de Europa Central y Oriental«.
Retorno al MidCat y alternativas al gasoducto
El retorno al proyecto del MidCat se torna una posibilidad más de rápida búsqueda de alternativas por parte de Europa para encarar la crisis inflacionista y de subida de precios. La interconexión gasística entre España y Francia discurriría desde la localidad catalana de Hostalric hasta la francesa de Barbaira, a través de 227 kilómetros de tuberías.
El desarrollo final del plan podría albergar una capacidad de 7.000 millones de metros cúbicos de gas natural
En cuanto a la financiación necesaria, Enagás cifra en 370 millones de desembolso para culminar la parte española del MidCat. El desarrollo final del plan podría albergar una capacidad de 7.000 millones de metros cúbicos de gas natural y facilitaría la cooperación entre el sur y el norte de Europa que mencionó en mayo la Comisión Europea.
Según publica 20 Minutos, hay un plan B al desarrollo del gasoducto MidCat. Se trata de una hipotética interconexión entre Barcelona y la ciudad italiana de Livorno, a través de 700 kilómetros bajo el mar Mediterráneo. El proyecto costaría entre 2.500 y 3.000 millones de euros. En palabras de la ministra Ribera, el proyecto de interconexión gasística con Italia es una obra de ingeniería «más complicada» y apuesta por ir a lo «más fácil», lo que pueda estar «operativo para el otoño invierno 2023-2024».
