Vladimir Putin, una figura de muchos ángulos

El actual presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, se convierte en el personaje del momento tras los sucesos de los últimos días en el conflicto con Ucrania

Vladimir Putin. Foto: © President of Russia

El 7 de octubre de 1952, el presidente Putin nació en Leningrado (hoy conocido como San Petersburgo), en una familia obrera. El 24 de febrero de 2022, ordenó el inició de una «operación militar especial» en Ucrania, dando comienzo al conflicto armado que llevaba años creciendo entre ambos países y su frontera.

Estamos listos para cualquier resultado.

Político ruso, abogado y actual presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin es el mandatario que más tiempo ha estado a cargo de la jefatura del Estado con cuatro mandatos bajo la manga y la prorrogación del último a un periodo de seis años.

Sus primeros pasos profesionales empezaron cuando se licenció con honores en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Leningrado en 1975 y, tras su graduación, fue reclutado por el Comité para la Seguridad del Estado (KGB). Su carrera dentro de la agencia de inteligencia le llevó a estar destinado en Alemania como traductor durante la antigua República Democrática Alemana (RDA).

Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, fue destinado a la Universidad Estatal de Leningrado para trabajar como asesor de asuntos exteriores del rector y allí conoció al que sería su mentor político en los años venideros, Anatoli Sobchak.

Putin se retiró del KGB en 1991 para comenzar su carrera política como funcionario, siendo el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de San Petersburgo tras ganar su mentor las elecciones a la alcaldía y vicealcalde primero en 1994. El que Sobchak no fuera reelegido llevó a que Putin decidiera trasladarse a Moscú, en donde su carrera política se amplió al ámbito nacional y su papel despegó rápidamente a través de diferentes cargos bajo el presidente de aquel momento, Boris Yelstin, quien le nombró director del Servicio Federal de Seguridad (SFS) y secretario del Consejo de Seguridad Nacional.

Fue en agosto de 1999 cuando Vladimir Putin fue nombrado presidente del Gobierno Federal de Rusia, destacando en su gestión de la segunda guerra chechena. No obstante, su tiempo en el cargo no duró más que unos meses ya que Boris Yelstin dimitió como presidente de Rusia el 31 de diciembre de 1999 y Putin asumió en funciones la jefatura del Estado y las Fuerzas Armadas hasta convertirse en presidente electo de la Federación Rusa en mayo del año 2000.

Rusia necesita un poder estatal fuerte y debe tenerlo. Pero no estoy llamando al totalitarismo.

En su primer mandato del 2000 al 2004, el nuevo presidente marcó claramente sus principales líneas de gobierno para crear un poder central más fuerte. Así lo reflejó con la designación de siete distritos para dividir la jurisdicción de la población, la unificación de las leyes en todo el país y la limitación del poder e influencia de los oligarcas.

Esta última medida fue el comienzo de un largo proceso que se comparó con el centralismo democrático y se criticó por significar un retroceso de los logros democráticos de Rusia.

Tras su reelección para un segundo mandato de 2004 a 2008, Vladimir Putin tuvo que enfrentarse a la crisis de los rehenes de la escuela de Beslán y las duras críticas sobre el procedimiento de las autoridades durante el asalto.

Por otro lado, la mejora en múltiples ámbitos del país se puso en marcha con los Proyectos de Prioridad Nacional en 2005. Durante los siguientes dos años, el plan tuvo resultados positivos al conseguir aumentar el sueldo de profesionales de la educación y de la salud, y renovar el equipamiento hospitalario.

Soy el hombre más rico, no solo de Europa, sino del mundo entero. Colecciono emociones. Soy rico porque el pueblo de Rusia me ha confiado dos veces el liderazgo de una gran nación como Rusia; creo que esa es mi mayor riqueza.

Después de dos mandatos cumplidos, Putin fue elegido presidente del Gobierno Federal de Rusia desde 2008 hasta 2012 con una mayoría absoluta en el gobierno del nuevo presidente Dmitri Medvédev. Este periodo se vio directamente dedicado a la crisis económica global en Rusia y cómo su fondo de estabilización, gracias a las ganancias de la venta de gas y petróleo, ayudó a que fuera uno de los primeros países en comenzar su recuperación.

Es en 2012 cuando Vladimir Putin vuelve a tomar el cargo de presidente del Kremlin hasta 2018. Este tercer mandato se vio ensombrecido por las acusaciones de fraude electoral desde la oposición y la crisis generada por la ocupación de Crimea y su consiguiente adhesión a Rusia; además de la intervención de Putin en la Guerra de Siria.

Las últimas elecciones en mayo de 2018 fueron el comienzo del cuarto y actual mandato de Putin, el cual ha sido ampliado hasta 2024. Una nueva legislatura con la que Putin ha marcado la historia al declarar el 24 de febrero de 2022 la «operación militar especial» que ha llevado a comenzar la Guerra de Ucrania.

Cuando el nivel de amenaza para nuestro país aumenta significativamente, Rusia tiene todo el derecho a tomar contramedidas para garantizar su propia seguridad.

Vladimir Putin se ha considerado un hombre controvertido a lo largo de toda su actividad presidencial con multitud de reconocimientos, apoyos y críticas. Ha sido elegido Personaje del Año por la revista Time y ha sido galardonado con el Premio Confucio de la Paz. Incluso ha sido nominado al Premio Nobel de la Paz en 2014.

Y, sin embargo, una figura tan reconocida de esta forma ha sido severamente criticada desde varios frentes. Su reacio carácter para participar en apariciones públicas y entrevistas, y la falta de transparencia en sus pasados cargos hacen de él un personaje poco conocido para el público más allá de su cargo actual y la reputación de sus acciones.

Sus propuestas han presentado grandes dosis contradictorias sobre la defensa de la democracia con un autoritarismo aparente, sobre un apoyo a la economía de mercado y a la economía dirigida o sobre el apoyo de valores militares y nacionalistas.

De la misma forma, los medios de comunicación occidentales han objetado en más de una ocasión sobre los supuestos recortes vistos en las libertades democráticas y las violaciones de derechos humanos con la cantidad de periodistas fallecidos o desaparecidos bajo su mandato en extrañas circunstancias. También los organismos institucionales de la Unión Europea y entidades internacionales han presentado críticas a lo largo de los años sobre una variedad de temas, incluso llegando a tachar de ilegal algunas acciones del presidente como el referéndum para la separación de Crimea.

De manera contraria a lo que se podría esperar después de todas las críticas, el presidente Putin ha logrado mantener unos índices de aprobación positivos y constantes entre la población rusa a lo largo de sus mandatos.

Una popularidad que ha recibido un devastador golpe con los sucesos ocurridos desde el 24 de febrero de 2022. Los movimientos militares contra Ucrania han puesto en la palestra a Vladimir Putin y su gobierno, recibiendo un rechazo mundial hacia sus acciones y siendo condenado por la opinión pública como un atentado contra la democracia y la humanidad.

En esta situación, el presidente Putin no solo tendrá que preocuparse del frente militar sino también de las consecuencias de su gestión en el marco internacional con las sanciones oficiales y la visión negativa de Rusia en todos los sectores y ámbitos.

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