Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha presentado en Bruselas un informe de 400 páginas en el que propone un «nuevo Plan Marshall» para Europa y una serie de rebajas fiscales con el objetivo de competir con China y Estados Unidos. El documento, encargado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aborda los desafíos estructurales de la economía europea, destacando la necesidad de coordinar políticas para evitar que la transición climática afecte negativamente la competitividad y el crecimiento de la Unión Europea (UE).
El informe de Draghi sugiere incrementar la inversión en Europa a niveles comparables al Plan Marshall de la posguerra, y financiar este esfuerzo mediante emisiones de deuda a escala europea. Además, aboga por la reducción de obstáculos regulatorios y la disminución de la carga fiscal sobre las empresas domésticas, con el fin de estimular su inversión. Según Draghi, la UE necesita invertir un 5% de su PIB anual, aproximadamente 800.000 millones de euros, para cerrar la brecha tecnológica y de productividad que la separa de Estados Unidos y China. Esta cifra es significativamente mayor que la inversión del Plan Marshall, que representó entre un 1% y un 2% del PIB.
Riesgos económicos
El informe también alerta sobre los riesgos económicos que enfrenta Europa si no logra ser más productiva. Draghi subraya que, de mantener su actual tasa de crecimiento de la productividad, la UE solo conseguiría mantener su PIB constante hasta 2050, en un contexto de crecientes necesidades de inversión. Además, advierte que si Europa no se vuelve más competitiva, tendrá que reducir sus ambiciones en áreas clave como la tecnología, la sostenibilidad climática y su rol en la escena global.
Draghi destaca la necesidad de eliminar las barreras regulatorias que impiden a las empresas europeas innovadoras crecer y competir a nivel global. Casi un tercio de los unicornios europeos ha trasladado sus sedes a otras regiones, principalmente a Estados Unidos, debido a estas regulaciones restrictivas. También critica la actual política de descarbonización, que considera salpicada de costes fiscales y financieros que impiden trasladar los beneficios de las energías limpias a los consumidores.
El informe ha generado un intenso debate en Europa, ya que proporciona recomendaciones para diez sectores económicos clave de la región y advierte que la descarbonización podría tener efectos contraproducentes si no se logra una adecuada coordinación de políticas. Para Draghi, el futuro de Europa depende de su capacidad para superar estas barreras estructurales y mantener su competitividad en un mundo cada vez más dominado por Estados Unidos y China.