El Banco Central Europeo (BCE) ha aumentado los tipos de interés a un 4%, el nivel más alto desde octubre de 2008, y anticipa que habrá una nueva subida en julio. Esta decisión marca el octavo incremento consecutivo, llevando el precio del dinero en Europa desde 0% a 4% en menos de un año, en la escalada más rápida desde la introducción del euro.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, defendió la necesidad de continuar subiendo los tipos para facilitar la reducción de la inflación en los próximos meses, buscando acercarse al objetivo del 2% establecido por el Banco Central. Aunque la inflación ya está en descenso, en mayo todavía se situaba por encima del 6% en la zona euro, según datos de Eurostat.
Nueva y ¿última? subida en julio
Durante su declaración, Lagarde dejó claro que el trabajo aún no está concluido. «No hemos llegado a nuestro destino. A no ser que cambie el escenario, habrá otra subida en julio», aseguró.
El BCE admite que este ciclo de incrementos está impactando en las economías familiares y en la economía general de los países que utilizan el euro. «Las anteriores subidas de los tipos acordadas por el Consejo de Gobierno se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y están afectando gradualmente a toda la economía», señaló un comunicado emitido por el organismo.
Recesión europea
Según las previsiones revisadas a la baja por los economistas del BCE, se espera que la economía europea, que entró en recesión en el primer trimestre de este año, apenas crezca un 0,9% en 2023.
La acción del BCE contrasta con la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de poner en pausa los incrementos de los tipos de interés. La entidad americana argumenta la necesidad de evaluar el impacto que tendrán sobre la actividad económica y la inflación las diez subidas de tipos acordadas en el último año y medio. Sin embargo, también prevé que las subidas en Estados Unidos no han terminado y que es probable que se produzcan dos incrementos más antes de finalizar el año.