El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado en Truth Social que ha mantenido una conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que ambos han acordado iniciar de inmediato negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania. La confirmación de este contacto llega en un momento clave, el mismo día en que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha afirmado en Bruselas que no considera realista que Ucrania pueda recuperar las fronteras que tenía en 2014 ni que su adhesión a la OTAN sea viable.
“Acabo de tener una llamada telefónica larga y muy productiva con el presidente ruso Vladimir Putin”, escribió Trump en su publicación. Según él, ambos discutieron temas como la guerra en Ucrania, Oriente Medio, la energía y el papel del dólar en la economía global. Además, destacó la historia compartida entre EE. UU. y Rusia en la Segunda Guerra Mundial y subrayó la necesidad de evitar más muertes en el conflicto actual. “Hemos acordado que nuestros equipos comiencen negociaciones de inmediato”, agregó, informando que su equipo, encabezado por el secretario de Estado Marco Rubio y el director de la CIA John Ratcliffe, contactará con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski para comunicarle la iniciativa.
El Kremlin, a través de su portavoz Dimitri Peskov, confirmó la conversación y aseguró que ambos líderes coincidieron en la necesidad de trabajar juntos. También adelantó que Trump y Putin han acordado verse en persona próximamente.
Contexto geopolítico
El anuncio se produce un día después de que Rusia liberara a Marc Fogel, un profesor estadounidense condenado por tráfico de drogas, a cambio de Alexander Vinnik, un ciudadano ruso encarcelado en EE. UU. por lavado de dinero a través de criptomonedas. Este intercambio, gestionado por el enviado especial de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, es el primero de este tipo desde el inicio de la guerra y ha sido interpretado como un posible gesto de distensión.
Desde su campaña, Trump ha defendido que la guerra en Ucrania no habría ocurrido si él hubiera estado en el poder y ha insistido en que su estrategia es evitar una “Tercera Guerra Mundial”. Su relación con Putin ha sido objeto de análisis durante años, con múltiples contactos entre ambos incluso después de que Trump dejara la Casa Blanca en 2021. Bob Woodward, el periodista que destapó el caso Watergate, reveló que ambos mantuvieron al menos siete llamadas en ese período.
Con la guerra en un punto de desgaste, Trump ha optado por una postura aislacionista y ha reducido drásticamente la ayuda militar a Ucrania, en línea con su política de America First. A su juicio, esta asistencia solo prolongaba el conflicto. Esta visión choca con la de Zelenski, quien ha reiterado que no aceptará ningún acuerdo que implique ceder territorio a Rusia.
En paralelo a estos movimientos diplomáticos, el Senado estadounidense ha confirmado el nombramiento de Tulsi Gabbard como directora de los servicios de Inteligencia. Excongresista demócrata y posteriormente independiente, su cercanía con posturas prorrusas ha generado una de las mayores polémicas en la configuración del gabinete de Trump.