Rusia pasa al ataque frente a la Unión Europea, Canadá y Reino Unido. El Kremlin ha admitido por primera vez que la reapertura del Nord Stream 1 está condicionado al levantamiento de las sanciones occidentales. El gasoducto conecta el suministro de gas ruso con Alemania y tiene una importancia estratégica de cara al almacenamiento de gas para el próximo invierno.
Tras echar el cierre del gasoducto Nord Stream 1 por una «fuga de aceite», Rusia activa la interrupción permanente hasta que la decisión política sea distinta. En principio, el cierre iba a ser temporal hasta que se consumasen las labores de mantenimiento. Finalmente, el Kremlin ha decidido que eso no será así.
«Solo queda operativa una turbina y con fallas, con roturas, lo cual conduce al cese del bombeo».
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha rechazado categóricamente cualquier intento de culpar a Rusia por la suspensión indefinida de gas a Europa. «Vemos intentos constantes de hacernos responsables y culpables de lo que sucede, rechazamos categóricamente estos intentos e insistimos en que es justamente Occidente (…) el culpable de que la situación llegase a este punto», declaró en rueda de prensa.
«Desorden jurídico y práctico»
En palabras del mismo portavoz ruso, señala el «desorden jurídico y práctico» que para el Kremlin provocan las sanciones. El representante del gobierno de Rusia también indicó que «solo queda operativa una turbina y con fallas, con roturas, lo cual conduce al cese del bombeo». «El colectivo occidental, en este caso la Unión Europea, Canadá y Reino Unido, tiene la culpa de que la situación haya llegado a este punto”, afirmó el portavoz de Putin.
La reapertura del Nord Stream 1 parece una posibilidad remota dentro de la ‘guerra’ energética que vive la UE con Rusia. La paralización del gasoducto emplaza a la UE a seguir acelerando el proceso de búsqueda de alternativas al gas ruso. Argelia, Marruecos y Qatar tomar una posición estratégica cada vez más relevante para Occidente. De ahí, también la pugna de España y Francia por la reanudación del MidCat, que interconectaría la Península Ibérica con Europa Central.
En el aire pueden quedar también los suministros de petróleo. Tras este movimiento hostil de Rusia, Europa se prepara para más contraofensivas diplomáticas rusas después de que el viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak, alertase de que en caso de imponer un tope a los precios del crudo ruso, Moscú detendría los suministros de petróleo. El G-7 ya ha pactado esta medida para limitar los ingresos del Kremlin.