Boris Johnson apura sus últimas semanas en el mandato. Las polémicas que le han rodeado durante su etapa final ha precipitado su caída y el Partido Conservador británico anunciará el próximo 5 de septiembre quién le sucederá, y por tanto, asumirá el cargo de primer ministro del Reino Unido. El cambio de liderazgo torie permite a los conservadores mantener el poder hasta la próxima cita electoral en 2025, gracias a la mayoría holgada que obtuvieron en 2019.
La carrera hacia el relevo de Johnson ha desembocado en dos nombres que han conseguido llegar al sprint final. Rishi Sunak, que fue ministro de Economía de Johnson, llega con la misión casi imposible de recuperar la confianza de las bases del partido, que aún le perciben como un «traidor» tras retirarle la confianza al primer ministro y forzar su caída, según apunta El Mundo.
Truss se impone a Sunak en las encuestas
Sunak tiene enfrente a Liz Truss, que según los sondeos de YouGov, ganaría con el 62% de los apoyos. La británica obtendría el apoyo del ala más dura del partido, pero no está todo el pescado vendido en las filas conservadoras.
La carrera por el nuevo liderazgo del Partido Conservador se ha encontrado con un particular obstáculo. Según la última encuesta de YouGov, entre 1089 miembros de las filas tories, el 46% preferiría a Boris Johnson si se repitiesen las elecciones al liderazgo del partido británico. Truss obtendría un 24% y Sunak un 23%.
En cualquier escenario, el Partido Conservador mantiene una mayoría holgada en la Cámara de los Comunes, que favorece el cambio de primer ministro sin la necesidad de celebrar elecciones anticipadas. Los próximos comicios se mantienen para 2025.
El Reino Unido registra la inflación más alta en 40 años
Mientras tanto, el Reino Unido, debe lidiar con la inflación desbocada que afecta al conjunto de Occidente. Con un registro superior al 10%, el Reino Unido ha registrado la inflación más alta en 40 años.
La guerra de Ucrania, sumada al alto precio de la energía que previsiblemente se producirá en otoño, junto a la inestabilidad política, prometen ser los primeros obstáculos que tendrá que sortear el nuevo, o nueva, inquilino de Downing Street.