Una de las múltiples caras de la encrucijada energética europea es Francia y el uso de la energía nuclear. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha consolidado durante su mandato la apuesta por la energía nuclear y su objetivo de independizarse de los combustibles fósiles. Gracias a la energía nuclear Francia es el país con el mix eléctrico con menos emisiones de gases de efecto invernadero de las 19 mayores economías del planeta.

El fuerte impulso francés ha empujado a la Comisión Europea a considerar la energía nuclear y el gas natural al mismo nivel que las energías renovables. Lo acepta, al menos, como transición hacia energías más sostenibles y como medida temporal ante la guerra en Ucrania y la consecuente crisis energética que vive Europa en la actualidad, unido al contexto agravado por la alta inflación.

Ahora la energía nuclear tiene los incentivos europeos de las renovables tras la ratificación del Parlamento Europeo, que apoya la iniciativa de considerar la energía nuclear dentro de su taxonomía verde

El resultado de considerar la energía nuclear como verde podría atraer más inversiones en un contexto de inflación y precios crecientes de los combustibles. Sin embargo, existe el peligro de una catástrofe y el almacenamiento de los residuos tóxicos sigue siendo un asunto de debate científico. Además, el cambio climático acelera la decisiones de algunos países en el camino a una energía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

La alta dependencia de Moscú y actividad en Ucrania ha dado un giro de timón en la comandancia europea. Ahora la energía nuclear tiene los incentivos europeos de las renovables tras la ratificación del Parlamento Europeo, que apoya la iniciativa de considerar la energía nuclear dentro de su taxonomía verde. Francia encabeza este impulso a la energía nuclear con la promesa de ser la «primera gran nación ecológica que abandonará los combustibles fósiles», como anunció recientemente la primera ministra de Francia, Elisabeth Borne.

Del desmantelamiento a la reactivación de reactores nucleares

Alemania, un país que históricamente ha defendido el desmantelamiento progresivo de la energía nuclear, ha vivido tensiones en el Gobierno por algunos guiños de Olaf Scholz y sus tentativas de volver a abrir una central en nuclear en territorio teutón. Francia ha reactivado la construcción de reactores nucleares para fiar a este tipo de energía su soberanía energética y depender lo mínimo posible de Moscú.

El objetivo de esta reactivación es la neutralidad de las emisiones de carbono por medio de las energías renovables. El camino hacia esta meta parece pasar por la construcción de seis plantas atómicas y prolongar la vida útil de los 32 reactores nucleares más antiguos, lo que podría extender el uso de la energía nuclear más allá de 2030.

El 70% de la electricidad consumida en territorio francés es de origen nuclear.

Francia cuenta con tres centrales nucleares entre las diez centrales nucleares más grandes del mundo. Estados Unidos es el país con más reactores nucleares en funcionamiento, seguido del país galo, con un total de 58. El 70% de la electricidad consumida en territorio francés es de origen nuclear. La finalidad, además de tener una menor dependencia del combustible ruso, es reducir los precios de la energía en un contexto que se ve agravado por la creciente inflación y la amenaza de una entrada en recesión.

Macron ha destinado 50.000 millones de euros adicionales para mantener en servicio el parque atómico actual. Borne anunció a principios de julio que el estado francés se haría con el 100% del capital de EDF, la multinacional de electricidad y distribuidora eléctrica que además controla los reactores nucleares.