Qatar lleva mucho tiempo apostando por la apertura al mundo. El Mundial de fútbol que el país oriental organiza este año promete ser un punto de inflexión en la suma de esfuerzos que está realizando el emir, Tamim bin Hamad Al Thani, para promocionar Qatar como un país moderno. Además, haber restablecido relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos da cuenta de la voluntad qatarí de normalizar la nueva realidad geopolítica en el Golfo Pérsico y ofrecer una imagen de estabilidad internacional.
El emir de Qatar anunció el pasado 17 de mayo en Madrid frente al rey Felipe VI inversiones en España por valor de 4.720 millones de euros. Un anunció que no pasó desapercibido por la crisis de recursos naturales que se vive en el mundo tras la invasión rusa de Ucrania por parte de Vladimir Putin. Qatar cuenta con la tercera reserva de gas natural más grande del mundo por detrás de Rusia e Irán, según Our World in Data.
El aumento de las exportaciones, junto al veto impulsado desde Estados Unidos a Rusia, sitúa a Qatar como socio estratégico
El nuevo horizonte político, auspiciado por la guerra en Ucrania, abre todo un abanico de posibilidades de crecimiento para el país del Golfo Pérsico. Los recursos naturales son un bien estratégico que puede cambiar el tablero geopolítico en cuestión de meses. El aumento de las exportaciones, junto al veto impulsado desde Estados Unidos a Rusia, sitúa a Qatar como socio estratégico para evitar el desabastecimiento de petróleo y gas natural.
La política aperturista de Al Thani, por una parte, se está viendo reflejada en la promulgación de leyes que buscan atraer a inversores extranjeros, haciéndoles partícipes de las empresas qataríes y facilitando la entrada de capital social. Por otra lado, la reciente visita del emir de Qatar a España, recibido con los máximos honores por parte de Felipe VI, confirma la intención del jeque de profundizar en los lazos políticos y económicos con países como España.
El deporte como herramienta diplomática
La apuesta del deporte como herramienta diplomática no solo se traduce en fútbol. Tamim bin Hamad Al Thani quiere mucho más que organizar el próximo Mundial de fútbol. Como apasionado de los deportes, aspira a que Doha organice algún día los Juegos Olímpicos, algo que el emir nunca ha ocultado después de haber intentado en 2016 y 2020.
Al Thani ostenta Qatar Sports Investments, empresa liderada por el mediático Nasser Al-Khelaïfi, presidente del club de fútbol francés Paris Saint-Germain, mediante la cual apoya a más deportes como el tenis y el pádel. La organización de torneos de pádel en Qatar han asombrado al mundo por su gran despliegue de medios y Al Thani consuma su apoyo -a través de QSI- a eventos organizados en países a lo largo del mundo, como el que se va a celebrar en Madrid en agosto, Premier Padel, auspiciado por la Federación Internacional de Pádel, respaldada por QSI.
De hecho, además de albergar el próximo Mundial de la FIFA, Qatar también será la sede del Mundial de pádel tres semanas antes. Toda una apuesta de Al Thani por posicionar a Qatar como un país que cree en el deporte como herramienta diplomática para consolidar su apertura al mundo.
