El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha anunciado este miércoles un adelanto de las elecciones generales al 4 de julio, movida que confía en que la mejora de la inflación y las deportaciones de inmigrantes a Ruanda favorezcan al Partido Conservador. Sin embargo, las encuestas indican una cómoda ventaja para la oposición laborista, liderada por Keir Starmer.
En una declaración a las puertas de Downing Street, Sunak se mostró esperanzado ante la caída de la inflación al 2,3% en abril. “En medio de las brasas, puede tener sentido agarrarse a un clavo ardiendo”, comentó, destacando que las elecciones tendrán lugar en un contexto de peligros mundiales sin precedentes desde la II Guerra Mundial. “Me guía lo que considero mejor para el país, no lo más fácil”, aseguró, subrayando su compromiso con decisiones difíciles en tiempos de dificultad.
El primer ministro convocó de urgencia a su Gobierno para comunicar la decisión antes del anuncio público. A pesar de las buenas cifras de inflación, el crecimiento económico del 0,6% en el primer trimestre y la falta de confianza en una reducción de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra en junio, sumado a la advertencia de su equipo de que no hay margen para nuevas bajadas de impuestos, plantean un panorama desafiante.
Crónica de un adelanto electoral
Sunak llegó al poder tras el breve y desastroso mandato de Liz Truss y ha prometido iniciar las deportaciones a Ruanda en julio, un tema crucial para el electorado conservador. Sin embargo, enfrenta una escenografía adversa: bajo una incesante lluvia y con manifestantes tocando la canción «Things Can Only Get Better» de D:Ream, banda sonora de la campaña de Tony Blair.
Por su parte, Keir Starmer, líder del Partido Laborista, ha centrado su estrategia en la estabilidad económica y política, recuperando el apoyo de las clases medias y alejándose de los discursos radicales de su predecesor Jeremy Corbyn. Starmer ha prometido un “reset” económico y político, asegurando que su triunfo es inevitable, con el 70% de los británicos convencidos de una victoria laborista según YouGov.
Starmer también ha abordado temas internos del partido, eliminando el antisemitismo y consolidando una postura moderada frente a temas internacionales y económicos. “Votar por el Partido Laborista hoy es votar por la estabilidad económica y política. Un voto para acabar con todo este caos, porque ha llegado el tiempo del cambio”, afirmó, reforzando la idea de cambio como eje central de su campaña.
El movimiento de Sunak de adelantar las elecciones, aunque basado en datos económicos favorables, se percibe como una estrategia para finalizar 14 años de gobiernos conservadores en medio de una creciente demanda de cambio por parte del votante británico.