El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defiende la amnistía y reivindica que España es una democracia plena después de que la derecha europea saliera en tromba a criticar la medida de gracia. En una sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Sánchez enfrentó intensos debates centrados en la polémica amnistía del ‘procés’ catalán. Durante su discurso, inicialmente orientado a temas internacionales y estratégicos, el mandatario español tuvo que abordar este asunto doméstico, defendiendo la medida de gracia frente a las críticas de partidos como el PP y Vox. Mientras tanto, Carles Puigdemont, presente en la sesión, mantuvo un tono más templado, enfocándose en las futuras relaciones entre el PSOE y Junts. La discusión reflejó las profundas divisiones políticas y la complejidad del contexto político español en el panorama europeo.
La presencia de Carles Puigdemont en el hemiciclo y las feroces críticas de partidos como el PP y Vox hacia la amnistía llevaron a Sánchez a defender la medida de gracia. Calificando a España como una de las democracias más plenas del mundo, Sánchez argumentó que la ley de amnistía, respaldada por una mayoría en el Congreso y constitucional, buscaba superar el conflicto en Cataluña. La llamada «agenda del reencuentro» con Cataluña, implementada desde su llegada al poder, fue una pieza central en su argumentación.
Asuntos nacionales en el Parlamento Europeo
Sánchez también aprovechó la ocasión para criticar al PP por su reluctancia a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y sus pactos con la extrema derecha, calificándolos de «lawfare». Afirmó que los indultos previos habían sido efectivos y que la amnistía fortalecería la concordia. Estas declaraciones generaron una mezcla de aplausos, abucheos y llamados al orden por parte de Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo.
Por su parte, Puigdemont adoptó un tono más moderado, enfocándose en la necesidad de que el PSOE cumpla lo acordado con Junts. Sin amenazar con acciones drásticas, Puigdemont señaló la importancia de aprovechar las oportunidades políticas. Sánchez respondió afirmando su compromiso con la construcción de puentes y la promoción del uso de lenguas cooficiales, incluido el catalán.
Críticas a la amnistía
Mientras tanto, partidos como el PP y Vox centraron sus críticas en la amnistía, ignorando en gran medida otros temas de la UE. El PP, a través de su portavoz Manfred Weber, acusó a Sánchez de faltar a la verdad y cuestionó su enfoque hacia la democracia y el Estado de derecho. Dolors Montserrat, eurodiputada del PP, fue aún más crítica, describiendo a Sánchez como un presidente sin principios.
La única voz destacada que no mencionó la amnistía fue Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien se centró en otros asuntos, incluida la política energética europea y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles rusos.
El debate en el Parlamento Europeo en el que ha participado el presidente Sánchez refleja no solo la división política en España, sino también cómo los asuntos internos de un Estado miembro pueden influir y dominar el discurso en un escenario europeo. La sesión, marcada por la controversia y la confrontación, pone de manifiesto las complejidades y desafíos de la política española y su repercusión en el ámbito europeo.