Israel intensificó este lunes su ofensiva sobre el Líbano y Gaza, coincidiendo con el primer aniversario del ataque perpetrado por Hamás. A las 6:29 horas, manifestantes se congregaron frente a la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu en Jerusalén, en un acto de conmemoración silenciosa. Se recordó el asalto a la valla fronteriza de Gaza, que culminó en el asesinato de aproximadamente 1.200 ciudadanos y el secuestro de unos 250 más. A día de hoy, 101 rehenes continúan desaparecidos.
En respuesta a estos eventos, el ejército israelí lanzó una serie de operaciones aéreas en Líbano, movilizando hasta 100 aviones de combate en una ofensiva contra Hezbolá. Al mismo tiempo, Israel emitió órdenes de evacuación para los residentes del litoral sur del Líbano, considerando la zona un posible objetivo militar. Mientras tanto, Hamás y Hezbolá mantuvieron su respuesta lanzando proyectiles hacia Israel, sin causar bajas mortales, pero evidenciando su capacidad de seguir intimidando al Estado judío. Yemen también se unió al conflicto con un misil lanzado por los hutíes hacia Israel, que fue interceptado antes de causar daños.
En paralelo, los familiares de los rehenes y las víctimas del ataque del 7 de octubre participaron en diversos actos conmemorativos. En particular, la ceremonia en Jerusalén estuvo marcada por la desesperación de quienes aún esperan el regreso de sus seres queridos. Shai Wenkert, padre de Omer Wenkert, secuestrado y enfermo, manifestó su angustia al confirmar la noticia de la muerte de Idan Shtivi, otro rehén cuya liberación no pudo ser asegurada. Las familias, además de recordar a sus seres queridos, expresaron duras críticas hacia el gobierno de Netanyahu, cuya estrategia militar no ha logrado cumplir con sus promesas de liberar a los rehenes ni de garantizar la seguridad en las zonas fronterizas.
Balance un año después
En la tarde, un cohete impactó en una vivienda al sureste de Tel Aviv, mientras Hezbolá alcanzó Haifa y Tiberíades, lo que subraya la escalada del conflicto. Sin embargo, el ejército israelí prosiguió con sus ataques, señalando haber destruido más de 120 objetivos en el Líbano. En Gaza, las autoridades palestinas elevaron la cifra de muertos a más de 41.900, la mayoría de ellos civiles.
Los críticos del gobierno israelí señalan que, doce meses después del ataque de Hamás, Netanyahu no ha logrado ninguno de los objetivos planteados. La liberación de los rehenes sigue sin resolverse, y la resistencia armada en Gaza permanece activa. A pesar de las intensas operaciones militares, la guerra ha ampliado sus frentes y las tensiones a nivel global continúan creciendo. En una reunión del gabinete, Netanyahu justificó las acciones recientes como parte de un esfuerzo necesario para garantizar la seguridad de Israel en el futuro, comprometiéndose a cambiar la realidad en la región, con Líbano y Gaza, para evitar que se repita un ataque similar.