El choque entre el Congreso y el Senado llega a un punto sin precedentes impulsado por el Partido Popular, con el propósito de mantener viva la polémica en torno a la ley de amnistía. El informe de los letrados del Senado aviva la posibilidad de un enfrentamiento entre los órganos constitucionales, aunque la Mesa no tenga la capacidad de bloquear la tramitación de la norma. La estrategia del PP, descrita como una «estrategia de arrasar con todo» por Patxi López, se materializa en un conflicto entre ambas cámaras parlamentarias, marcando un hito en los 45 años de democracia del país.
El juego de resistencia de los populares, respaldado por su mayoría absoluta en el Senado, contrasta con la acción de la mayoría parlamentaria del Congreso, generando un escenario inédito y cargado de tensiones. A pesar de este movimiento, el camino parlamentario de la ley de amnistía no se verá impedido ni dilatado.
El origen de este nuevo laberinto se encuentra en el informe de los letrados del Senado, cuyo contenido pone en duda la constitucionalidad de la medida de gracia. Aunque se plantea la posibilidad de un conflicto entre órganos constitucionales, este recurso no obstaculizará el avance de la norma. El pleno para aprobar este enfrentamiento institucional se celebrará después de Semana Santa, mientras que el Senado tiene hasta mediados de mayo para devolver la norma al Congreso.
La postura adoptada por el Congreso, respaldada por la mayoría progresista en su Mesa, contrasta con las acciones del Senado, donde el PP dispone de mayoría absoluta. Aunque se estudia la situación de conflicto, se subraya la importancia de que la ley continúe su tramitación conforme a lo establecido en la Constitución.