El canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, anunciaron este miércoles en Berlín un nuevo acuerdo de cooperación militar que marca un giro en la política exterior de Alemania. Ambos países colaborarán en la fabricación de misiles de largo alcance, capaces de alcanzar territorio ruso, lo que representa una ampliación sustancial del respaldo alemán a Kiev en plena guerra.
Hasta ahora, Berlín había restringido el uso de su armamento en ataques más allá de la frontera ucraniana, por temor a considerarse parte directa del conflicto. Esta limitación, impuesta durante la anterior legislatura bajo el canciller socialdemócrata Olaf Scholz, ha sido levantada por el nuevo Ejecutivo liderado por Merz, quien ha hecho de la respuesta europea a Rusia una de sus principales prioridades.
El acuerdo con Ucrania, presentado como una forma de reforzar la capacidad defensiva del país invadido, no aclara aún si incluirá la entrega directa de los misiles Taurus, una demanda persistente de Zelenski y un tema muy debatido en Alemania. La ambigüedad también se refleja en los términos utilizados por el Ministerio de Defensa alemán, que menciona únicamente la “financiación” de los sistemas, sin confirmar si la producción se realizará en suelo ucraniano, alemán o ambos.
Refuerzo para Ucrania
El comunicado oficial estima que los primeros sistemas podrían estar operativos en cuestión de semanas. La iniciativa posiciona a Alemania junto a Francia, Reino Unido y Polonia como uno de los principales impulsores del apoyo militar a Ucrania dentro de Europa.
En su comparecencia conjunta, Zelenski insistió en que ningún aliado debe limitar el alcance del armamento entregado y solicitó un refuerzo de las sanciones a Moscú. “Queremos el fin de la guerra, pero Rusia no deja de buscar excusas para no terminarla”, declaró.
Merz, que asumió el cargo a principios de mayo, ha emprendido una intensa agenda internacional centrada en el este europeo. Ha visitado Polonia, Ucrania, Lituania y Finlandia, dejando claro que el flanco oriental de la OTAN y la UE ocupa un lugar central en su visión estratégica. También ha reiterado que Alemania está preparada para defender “cada milímetro del territorio aliado”, en línea con la doctrina atlántica.
Bajo su mandato, se abre la posibilidad de elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB, según las exigencias de Estados Unidos. Esta ambición convertiría a Alemania en la principal potencia militar convencional del continente.