El canciller alemán Olaf Scholz ha anunciado un endurecimiento de los controles migratorios del país tras el ataque ocurrido en Solingen el pasado viernes. En este atentado, un hombre identificado como Issa al H., un refugiado sirio de 26 años, asesinó a tres personas y dejó a otras nueve heridas. Se atribuye este acto, perpetrado con un cuchillo, a un «lobo solitario» asociado con Daesh.
Durante su primera visita al lugar del atentado, Scholz expresó su profunda indignación: «Estoy enojado y enfadado. Debe recibir castigo rápida y severamente». El canciller se encontraba visiblemente afectado mientras ofrecía sus condolencias a los familiares de las víctimas, quienes se encontraban en estado de conmoción. Entre flores y velas en memoria de los fallecidos, Scholz aprovechó para anunciar medidas más estrictas en la política migratoria y de seguridad del país, con especial énfasis en la normativa sobre armas, señalando la necesidad de regular el uso de cuchillos en espacios públicos.
Inmigración irregular
Scholz subrayó que la lucha contra la inmigración irregular es una prioridad, afirmando que las controles migratorios deben ser más eficientes. Aunque Alemania ha logrado aumentar las deportaciones en un 30% respecto al año pasado, y en dos tercios en comparación con 2021, el caso de Issa al H. ha puesto en evidencia las fallas del sistema. Este hombre, quien estaba a la espera de recibir deportación a Bulgaria, logró eludir a las autoridades antes de cometer el atentado, lo que ha suscitado críticas hacia la gestión del proceso de deportación.
Dentro de la coalición de gobierno, incluso Los Verdes, tradicionalmente más reticentes a endurecer la política migratoria, han mostrado su apoyo a las medidas propuestas por Scholz. Sin embargo, el canciller rechazó las propuestas más drásticas de la oposición conservadora, liderada por Friedrich Merz, quien abogó por cerrar las fronteras a refugiados sirios y afganos y mantener en custodia permanente a aquellos cuyo asilo haya sido rechazado. Scholz, a través de su portavoz Steffen Hebestreit, consideró estas propuestas inconstitucionales, defendiendo la ley de asilo individual como un pilar fundamental de la democracia alemana.
Diálogo con la oposición
A pesar de las críticas y presiones, Scholz se ha mostrado abierto al diálogo con la oposición, aunque ha marcado líneas rojas: cualquier acuerdo debe respetar tanto la Ley Fundamental alemana como la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El gobierno, recordó Hebestreit, ya implementó en la primavera pasada importantes reformas para facilitar las deportaciones, y el problema en Solingen radica en la falta de aplicación de las leyes existentes.
Las dudas iniciales sobre la identidad del atacante se disiparon después de que un vídeo mostrara a un hombre enmascarado jurando lealtad a Daesh, y se confirmara el ADN del sospechoso en el arma homicida. Este ataque, considerado como terrorismo islamista, ha intensificado la presión política en un contexto preelectoral, donde partidos como Alternativa para Alemania podrían capitalizar el miedo y la inseguridad generados por estos eventos. La reunión entre Scholz y Merz, programada para hoy, se centrará en la seguridad nacional y las políticas de inmigración, en un intento por evitar que más ataques como el de Solingen sacudan al país.
