El partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN), liderado por Marine Le Pen, emergió como el ganador de la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Este resultado marca un momento crucial en la política francesa, ya que podría llevar al país a estar gobernado por la extrema derecha por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. La coalición gobernante del presidente Emmanuel Macron sufrió una significativa derrota, ubicándose en tercer lugar detrás de una nueva alianza de izquierda, lo que evidencia el fracaso de la estrategia de Macron al convocar elecciones anticipadas.
Marine Le Pen, líder del RN, participó recientemente en el mitin «Europa Viva 24» del partido ultraderechista español Vox en Madrid, mostrando su fuerte presencia en el panorama político europeo. Su partido ha consolidado su posición como la principal fuerza política en Francia, obteniendo un 33,15% de los votos en la primera vuelta, según el Ministerio del Interior. La alianza de izquierda Nuevo Frente Popular obtuvo el 27,99%, mientras que la coalición presidencial Juntos alcanzó el 20,04%.
Segunda vuelta: 7 de julio
La Agrupación Nacional no ha asegurado una victoria definitiva, ya que se requiere una segunda vuelta el 7 de julio. Las proyecciones de Ipsos-Talan sugieren que RN podría ganar entre 230 y 280 escaños en la Asamblea Nacional, pero no alcanzaría la mayoría absoluta de 289 escaños. La alta participación electoral, la mayor en tres décadas, subraya la importancia de estos comicios.
Emmanuel Macron ha instado a los votantes a unirse contra la extrema derecha en la próxima ronda. Sin embargo, la repentina disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria a elecciones anticipadas por parte del presidente han generado críticas y un terremoto político en Francia. Este movimiento inesperado de adelantar las elecciones por parte de Macron, contrario al consejo de sus principales aliados, ha sido interpretado como un intento de recuperar control político tras una serie de crisis y una impopular reforma de pensiones, con la amenaza de la extrema derecha de Marine Le Pen de fondo.
La situación política en Francia sigue siendo volátil y los resultados de la segunda vuelta serán cruciales para definir el futuro del país. Macron, cuya imagen se ha deteriorado tras siete años en el poder, enfrenta ahora el desafío de un Parlamento posiblemente fragmentado y un electorado profundamente dividido.