La Unión Cristianodemócrata (CD), el partido de Ursula von der Leyen, se consolida como primera fuerza política en Alemania en las elecciones europeas. El bloque conservador obtiene una clara ventaja sobre sus competidores, con la fuerte subida de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) a la segunda posición a destacar.
Von der Leyen celebró junto a su familia política y aseguró que será un «bastión contra los extremos, de izquierda y de derecha». «Construiremos un bastión contra los extremos, de la izquierda y la derecha», dijo en Bruselas la candidata cristianodemócrata a presidir de nuevo el Ejecutivo comunitario, cuyo partido habría obtenido 181 de 720 escaños de la Eurocámara,
Los socialdemócratas, liderados por el canciller Olaf Scholz, han quedado en tercer lugar, seguidos por sus socios Verdes, que han sufrido una significativa pérdida de votos en comparación con elecciones anteriores. Una de las novedades más destacadas ha sido la irrupción del partido populista y prorruso de Sahra Wagenknecht, que ha conseguido entrar en el panorama político con una representación notable.
Resultados en Países Bajos y Austria
En Países Bajos, el Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders ha experimentado un notable crecimiento, prácticamente empatando con la alianza izquierdista-verde de Frans Timmermans. Aunque no ha logrado ser la primera fuerza, ha multiplicado significativamente su representación en la Eurocámara.
En Austria, el ultranacionalista FPÖ ha emergido como el claro ganador de las elecciones, superando a los socialdemócratas y a los conservadores, situándose en una posición favorable de cara a las próximas elecciones legislativas.
Los resultados de Alemania, Países Bajos y Austria revelan cómo el panorama político europeo sigue en plena transformación. El avance de partidos como la AfD en Alemania y el PVV en Países Bajos plantea retos significativos para la estabilidad y la cohesión de la Unión Europea. La clara victoria de Ursula von der Leyen refuerza la continuidad de las políticas europeas bajo su liderazgo, pero su capacidad para gobernar eficazmente podría verse desafiada por la creciente fragmentación política.