Nikki Haley, la última competidora en las primarias republicanas, anunció su retirada de la contienda electoral, allanando el camino para que Donald Trump se enfrente a Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre. Su decisión se produjo después de los resultados del Supermartes, donde Trump obtuvo una victoria aplastante en 14 de los 15 estados participantes.
Haley, quien ofreció un discurso de retirada en Charleston, no ha ofrecido su apoyo a Trump, citando una recomendación de Margaret Thatcher sobre la importancia de pensar por sí mismo. En su intervención, Haley destacó su compromiso continuo con las causas en las que cree y enfatizó la necesidad de inclusión en la causa conservadora.
Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, ha declarado su apoyo a Trump, destacando los logros conjuntos durante su presidencia, incluida una reforma tributaria significativa. Haley, quien ha sido gobernadora de Carolina del Sur y embajadora de EE. UU. ante la ONU, criticó durante su campaña la edad avanzada de los principales candidatos y abogó por pruebas de capacidad cognitiva para ellos.
Sólida base de apoyo a Trump
A pesar de sus esfuerzos y de algunas victorias simbólicas, la sólida base de apoyo a Trump y su dominio en las primarias han llevado a Haley a retirarse, dejando sin respuesta la cuestión de hacia dónde se dirigirán ahora sus seguidores y los fondos de su campaña. La retirada de Haley subraya la división dentro del Partido Republicano y plantea interrogantes sobre el futuro político tanto de Trump como de la propia Haley.
La posibilidad de que ella acepte ser candidata a la vicepresidencia en la boleta republicana, algo que ya ha rechazado públicamente, es tan remota como su propia decisión de continuar en la carrera. Ante la pregunta sobre por qué persistió tanto tiempo, especialmente después de que Ron DeSantis, su principal competidor por el segundo lugar, se retirara en enero luego de los caucus de Iowa, analistas sugieren que Haley estaba capitalizando la atención nacional para construir una candidatura robusta de cara a las elecciones de 2028.