Conflicto Israel-Palestina

Israel, en estado de guerra tras un inesperado ataque de Hamás

El ataque de Hamás sobre Israel plantea un nuevo escenario geopolítico sobre la región

La Franja de Gaza vista desde Israel, en una imagen de archivo. Foto: ©David Berkowitz/ Flickr.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que el Estado de Israel se encuentra en estado de guerra después de un sorprendente ataque lanzado por Hamás desde la Franja de Gaza en la madrugada. El ataque tomó por sorpresa a Israel y desencadenó una respuesta contundente por parte del país.

El ataque de Hamás fue sin precedentes, ya que además de lanzar miles de cohetes, decenas de milicianos lograron infiltrarse en Israel por tierra, mar y aire, incluso cruzando la blindada línea fronteriza. La ofensiva dejó al menos un centenar de muertos y más de 700 heridos en Israel, según las autoridades sanitarias locales. Además, Hamás afirmó haber tomado varios rehenes israelíes, militares y civiles, mostrándolos en redes sociales.

Israel respondió con una serie de bombardeos a gran escala en Gaza, que según las autoridades palestinas han resultado en más de 230 muertos y 1.700 heridos en este territorio densamente poblado y asediado por años de bloqueo israelí. Netanyahu también pidió la movilización de reservistas del Ejército y declaró que esto no es una «operación» ni una «escalada», sino una guerra.

Este episodio marca la escalada de violencia más grave desde 2021, cuando Israel llevó a cabo masivos ataques aéreos en Gaza durante once días, dejando un alto número de víctimas en ambos lados. En 2023, la violencia se ha intensificado en la Cisjordania ocupada, con un elevado número de muertes, especialmente entre los palestinos, incluyendo niños y niñas. Esta situación ha elevado la tensión en la región.

Reacciones internacionales y geopolítica

La Unión Europea y Estados Unidos condenaron rápidamente el ataque de Hamás. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, lo calificó como «puro terrorismo» y afirmó que Israel tiene derecho a defenderse. El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su apoyo a Israel y ofreció «todos los medios apropiados» para respaldarlo. Egipto, tradicional mediador en la región, está en contacto para buscar una solución a la violencia.

Este conflicto sacude el tablero geopolítico en Oriente Próximo en un momento crucial. Las negociaciones impulsadas por Estados Unidos para normalizar las relaciones entre Arabia Saudí e Israel se ven amenazadas. Israel ha insistido en que los palestinos no deben tener derecho de veto sobre los nuevos tratados de paz con los Estados árabes, lo que complica aún más la situación.

Hamás, respaldado por Irán, refuerza su liderazgo con esta operación, mientras que Hezbulá, con apoyo de Irán, también está colaborando con Hamás. Esto tiene el potencial de intensificar las alianzas en la región.

Además, este conflicto se desarrolla en un contexto de aumento de la influencia de Rusia y China en Oriente Próximo, ya que desafían la hegemonía estadounidense en la zona. Estados Unidos ha reafirmado su compromiso con Israel, mientras que China se ofrece como mediadora en la región.

En resumen, el inesperado ataque de Hamás en Israel ha desencadenado una escalada de violencia con graves repercusiones geopolíticas en Oriente Próximo, afectando las relaciones regionales y la influencia de potencias extranjeras en la región. La situación sigue siendo altamente volátil y sin una solución clara a la vista.

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