El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía mundial, situando la expansión global en un 2,8% para este año, medio punto porcentual menos de lo que había estimado anteriormente. Este ajuste refleja el impacto de las crecientes tensiones comerciales impulsadas por la política arancelaria de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, que ha llevado al organismo a recalibrar sus expectativas en un contexto de alta incertidumbre económica.
El informe Perspectivas de la economía mundial, publicado en el marco de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington, advierte de que esta desaceleración afecta a la mayoría de las grandes economías, tanto avanzadas como emergentes. La excepción notable es España, que mantiene previsiones de crecimiento al alza, consolidándose como la economía avanzada con mayor dinamismo, según el Fondo.
Para Estados Unidos, el FMI ha recortado sus proyecciones de crecimiento en 0,9 puntos para este año, situándolas en un 1,8%, y en 0,3 puntos para el próximo, hasta el 2,0%. México, por su parte, experimenta una contracción del 0,3% tras una drástica revisión a la baja de 1,7 puntos, siendo el país más afectado por las medidas comerciales. China y Canadá también ven reducidas sus expectativas en 0,6 puntos, con crecimientos previstos del 4,0% y 1,4%, respectivamente.
La zona euro y la Unión Europea no escapan a esta tendencia, con reducciones de 0,2 puntos, alcanzando el 0,8% y el 1,2%. Japón y el Reino Unido afrontan caídas de medio punto, situando sus crecimientos en el 0,6% y el 1,2%. A nivel global, el crecimiento proyectado es el más bajo desde la pandemia, solo superado por las recesiones de 2009, 2020 y la crisis tecnológica de 2001.