La jornada bursátil de este jueves ha dejado fuertes pérdidas en los mercados de todo el mundo, provocadas por el anuncio de unos aranceles más agresivos de lo previsto por parte del presidente estadounidense, Donald Trump. Su propuesta ha generado una reacción inmediata entre los inversores, que han optado por abandonar los activos de riesgo ante el temor a un enfriamiento de la economía global. El S&P 500 cayó un 3,5%, su peor sesión en más de dos años, mientras que el Nasdaq cedió un 4,8%. Desde comienzos de año, estos índices acumulan pérdidas del 7% y el 13%, respectivamente.
El efecto se ha extendido con rapidez al resto de plazas financieras. En Europa, el Euro Stoxx 50 ha liderado los descensos con un 3,6%, seguido por el Cac francés (-3,3%) y el Dax alemán (-3%). Madrid y Londres limitaron los recortes, con caídas del 1,19% y el 1,5%, debido a una menor exposición al mercado estadounidense. Asia también ha registrado importantes descensos: el Nikkei japonés retrocedió un 2,77% y el Hang Seng de Hong Kong, un 1,52%.
El impacto ha sido especialmente severo en empresas con cadenas de producción globalizadas. En Estados Unidos, Apple perdió un 10%, Amazon un 8,6% y Meta un 7%. En Europa, Adidas cayó un 11,7% y Pandora un 10,7%. La fuga de capitales ha reducido en cerca de tres billones de dólares la capitalización bursátil combinada del S&P 500 y el Nasdaq.
Posible estanflación
Los analistas advierten de un posible escenario de estanflación si se mantiene la incertidumbre actual. UBS ha recortado su previsión de crecimiento para EE. UU. de un 1,6% a un 0,1% para final de año, mientras que Citi estima que el impacto en el PIB de la zona euro será del 1%. A ello se suma un repunte de la inflación, impulsado por la posible transferencia de costes arancelarios al consumidor final.
En el mercado de divisas, el euro ha subido un 1,8% frente al dólar y se sitúa en 1,11 dólares, su nivel más alto desde octubre. En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años ha caído hasta el 4,06%, ante las crecientes expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal.
El petróleo también ha sufrido un fuerte revés. El barril de Brent cayó casi un 7%, situándose por debajo de los 70 dólares. A la incertidumbre comercial se suma la decisión de la OPEP+ de aumentar la producción en 411.000 barriles diarios a partir de mayo.
Como respuesta a la volatilidad de Trump y sus aranceles, los inversores han buscado refugio en activos seguros como el oro, que alcanzó un máximo histórico por encima de los 3.167 dólares la onza, aunque cerró en 3.130.
El escenario que se dibuja apunta a una prolongación de la volatilidad. A pesar de que algunas firmas confían en una futura negociación que rebaje los aranceles, el mercado ya ha comenzado a asumir los efectos de una guerra comercial prolongada.