El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la imposición de aranceles del 25% a todos los coches y vehículos ligeros que no se fabriquen en territorio estadounidense. Aunque el decreto correspondiente aún no se ha publicado oficialmente, Trump justificó esta nueva medida proteccionista calificándola de «muy modesta» y asegurando que se trata solo del inicio del denominado «Día de la Liberación» para Estados Unidos.
Tras conocerse las intenciones de Trump, las bolsas estadounidenses registraron importantes caídas. La incertidumbre generada por las políticas comerciales de la administración actual está afectando negativamente la confianza de los consumidores estadounidenses, la cual ha retrocedido hasta niveles comparables con los de la pandemia, según datos recientes de The Conference Board. Esta situación se refleja también en una creciente preocupación por parte de las agencias de calificación.
Repercusión en los precios
Estos aranceles encarecerán significativamente los precios de los automóviles importados, afectando la competitividad del mercado y aumentando directamente los costos para los consumidores. A pesar de que Trump busca atraer más producción automotriz hacia Estados Unidos, diversos expertos apuntan que la inseguridad jurídica provocada por decisiones tomadas de manera arbitraria podría disuadir nuevas inversiones internacionales. Además, se anticipan represalias comerciales de países afectados.
En 2024, Estados Unidos importó vehículos ligeros valorados en aproximadamente 240.000 millones de dólares. México fue el mayor proveedor, seguido por Japón, Corea del Sur, Canadá, Alemania y el Reino Unido. Por su parte, España tuvo un papel limitado, exportando tan solo 8.316 vehículos a EE.UU.
La reciente medida es un adelanto de una acción aún más agresiva planeada por Trump para el próximo 2 de abril, fecha que el propio presidente anticipó como decisiva en la implementación de sus políticas arancelarias, denominadas «recíprocas». Estos movimientos proteccionistas aumentan considerablemente la tensión comercial con diversos países y particularmente con la Unión Europea, donde Trump ha mostrado especial interés en revertir el déficit comercial existente.