La Comisión Europea ha propuesto un plan de rearme multimillonario para la Unión Europea con el objetivo de fortalecer la defensa en un contexto de crecientes tensiones internacionales. La iniciativa, anunciada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, busca movilizar hasta 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años, de los cuales 150.000 millones procederán de un nuevo canal de deuda común destinado a compras conjuntas y grandes proyectos en el sector de la defensa. Además, el plan pretende reforzar el apoyo militar a Ucrania en un momento en que Estados Unidos ha decidido congelar su ayuda al país.
«Estamos en una era de rearme», ha declarado Von der Leyen, enfatizando la necesidad de que Europa aumente su gasto en defensa y coordine mejor sus esfuerzos. El paquete de medidas, que será debatido en la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo, incluye la posibilidad de que los Estados miembros accedan a préstamos respaldados por el presupuesto comunitario, así como incentivos fiscales para potenciar la inversión en el sector.
Uno de los pilares del plan es la creación de un «instrumento financiero» para ofrecer préstamos a los países de la UE, con una dotación de hasta 150.000 millones de euros. Esta financiación podrá destinarse a la adquisición conjunta de sistemas de defensa aérea y antimisiles, artillería, misiles, municiones, drones y sistemas antidrones, inteligencia artificial y tecnologías de guerra electrónica. Según Von der Leyen, estas iniciativas buscan garantizar la interoperabilidad y la reducción de costes, además de fortalecer la base industrial de defensa europea.
Política de cohesión
Otra propuesta clave del plan es la revisión de la política de cohesión, que permitiría a los Estados reasignar fondos estructurales a programas de defensa. Asimismo, se plantea la eliminación de restricciones que actualmente limitan el apoyo a las grandes empresas del sector, así como la posibilidad de movilizar inversiones privadas a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
El éxito del plan dependerá en gran medida del compromiso financiero de los Estados miembros. Para facilitar el incremento del gasto militar sin que los países enfrenten sanciones por incumplimiento de los límites de déficit, la Comisión plantea la activación de la «cláusula de escape fiscal». Esta medida permitiría a los gobiernos nacionales aumentar su presupuesto en defensa hasta en 650.000 millones de euros durante cuatro años, sin recibir penalización por superar el umbral del 3% de déficit establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.
Gasto en defensa en la UE
No obstante, algunas voces consideran que el esfuerzo financiero propuesto podría resultar insuficiente ante el contexto internacional. Mientras que Bruselas estima que serán necesarios 500.000 millones de euros en la próxima década, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha sugerido que al menos 200.000 millones deberían movilizarse en el corto plazo. Además, la posibilidad de que Estados Unidos reduzca su compromiso con la seguridad europea bajo una posible administración de Donald Trump refuerza la necesidad de que la UE avance en su autonomía en materia de defensa.
El debate sobre este plan de rearme será central en la próxima cumbre de la OTAN en La Haya, donde se discutirá la posibilidad de elevar el gasto en defensa del 2% al 3,5% del PIB en respuesta a las exigencias de Washington.