En su despedida ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Joe Biden aprovechó su último discurso en este foro para lanzar un mensaje de optimismo y reafirmar su compromiso con la cooperación global. En un contexto marcado por la creciente inestabilidad internacional, Biden se despidió con un gesto de gratitud, llevándose la mano al corazón mientras los líderes presentes lo aplaudían con respeto.
Durante su intervención, que duró 20 minutos, Biden criticó duramente a Vladimir Putin y celebró el fracaso de Rusia en su intento de subyugar a Ucrania. «La buena noticia es que Putin ha fallado. Se propuso destruir Ucrania y Ucrania aún es libre. Buscó debilitar a la OTAN y la OTAN es más grande, más fuerte y más unida», afirmó, subrayando el apoyo militar y económico de Estados Unidos a Kiev como una pieza fundamental de su legado. Asimismo, instó a la comunidad internacional a no mirar hacia otro lado y seguir ayudando a Ucrania.
El presidente estadounidense también se refirió a la crisis en Oriente Medio, destacando los esfuerzos diplomáticos de su administración en colaboración con Qatar y Egipto para detener la violencia y estabilizar la región. «Estamos trabajando para llevar paz y estabilidad a Oriente Medio», aseguró, mientras reiteraba la necesidad de evitar una guerra a gran escala y de buscar una solución diplomática, a pesar de la creciente violencia.
Multilateralismo y unidad
En su discurso, Biden hizo un ejercicio de optimismo, abogando por el multilateralismo y la unidad frente a los desafíos globales. «Muchos miran hoy el mundo y ven dificultades, pero yo no. Como líderes no tenemos ese lujo», declaró. Haciendo un llamado a la cooperación, recordó su primer discurso en 2021, cuando tendió la mano al mundo tras la política aislacionista de su predecesor Donald Trump, quien había menospreciado el multilateralismo desde ese mismo estrado.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, siguió atentamente el discurso, consciente de que el apoyo estadounidense es crucial para su país. Mientras tanto, su predecesor Donald Trump, que se niega a expresar abiertamente su apoyo a una victoria ucraniana, arremetió contra Zelenski, calificándolo de «el mayor vendedor de la historia».
Biden concluyó su intervención en la ONU aludiendo a su retiro de la política y su decisión de ceder el testigo a Kamala Harris, destacando la importancia de servir al pueblo por encima del deseo de aferrarse al poder. «Amo mucho este trabajo, pero amo más a mi país», dijo, dirigiendo un mensaje a los líderes que buscan perpetuarse en el poder. «Decidí que era el momento de que otra generación tome las riendas. Mis queridos colegas, nunca olvidéis que hay algo más importante que permanecer en el poder: vuestro pueblo», sentenció, llevándose de nuevo la mano al corazón en un emotivo gesto de despedida.