Un grupo compuesto por Alemania, Francia, Italia y otros 11 países de la Unión Europea ha urgido al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a aumentar la inversión de proyectos industriales relacionados con la defensa y seguridad europeas. En una carta dirigida a Nadia Calviño, presidenta del BEI, estos líderes europeos solicitan una mayor implicación de la entidad en el rearme europeo, ampliando la definición de «doble uso» para incluir más actividades susceptibles de recibir financiación. La carta, firmada por jefes de Gobierno y de Estado, cuenta con la firma de líderes como Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Giorgia Meloni, pero no con la del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Aunque el BEI ya puede financiar proyectos de la industria de defensa con doble uso, los firmantes consideran que la situación actual exige una mayor ambición. Argumentan que la agresión rusa contra Ucrania ha aumentado la necesidad de inversiones europeas en seguridad y defensa, y por lo tanto se necesita el poder financiero del BEI de manera urgente.
Proyectos de doble uso
La carta también hace referencia a la necesidad de revisar las definiciones actuales de proyectos de doble uso y la lista de actividades excluidas, así como reconsiderar la política de préstamos a la industria de defensa por parte del BEI. Este cambio sería significativo y marcaría un nuevo rumbo en la política crediticia de la entidad.
La necesidad de fortalecer la industria de seguridad y defensa en Europa ha ganado más relevancia en los últimos meses, especialmente ante la posibilidad de un retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la situación crítica en la defensa de Ucrania contra la agresión rusa. La carta subraya la importancia de reducir la dependencia de la OTAN y garantizar la seguridad europea en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.
La necesidad de que Europa aumente la inversión en la industria de seguridad y defensa y se rearme lleva abierta prácticamente desde la invasión a gran escala de Ucrania que Vladímir Putin lanzó el 24 de febrero de 2022. Esta iniciativa refleja los esfuerzos de los países europeos por fortalecer su capacidad de defensa y seguridad en un entorno internacional cada vez más volátil.