El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, escenificaron este jueves su cercanía ideológica y personal durante una reunión en la Casa Blanca en la que manifestaron su confianza en un futuro acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea. Pese a las declaraciones optimistas, no se anunciaron avances concretos ni compromisos inmediatos.
Meloni aseguró estar «segura» de que se podrá alcanzar un entendimiento en materia de aranceles y subrayó que su papel consiste en facilitar ese acercamiento. La mandataria italiana propuso que Trump realice una visita oficial a Italia, con la posibilidad de mantener también reuniones con representantes europeos. En sus palabras, la clave está en “hablar con franqueza” y encontrar puntos comunes. En tono simbólico, Meloni replicó el lema del presidente con una nueva consigna: “Hacer que Occidente sea grande de nuevo”.
Trump, por su parte, afirmó que un acuerdo comercial con la UE se alcanzará «al 100%» en algún momento, aunque subrayó que “no hay prisa”. En su intervención también defendió los actuales aranceles estadounidenses —los más altos en más de un siglo— como fuente de riqueza para el país, pese a las advertencias de los organismos internacionales sobre su impacto económico.
La conversación entre ambos líderes también incluyó asuntos de defensa, energía y cooperación económica. Meloni destacó el compromiso de Italia con el incremento de importaciones de gas natural licuado procedente de Estados Unidos y anticipó inversiones italianas por valor de 10.000 millones de dólares. Asimismo, se refirió al superávit comercial de Italia con Estados Unidos, que alcanza los 40.000 millones.
Guerra de Ucrania en el foco
Respecto a la guerra en Ucrania, Trump señaló que espera firmar la próxima semana un acuerdo sobre minerales con Kiev. Mientras tanto, Meloni reafirmó su apoyo a una “paz justa y duradera”. Ambos evitaron entrar en confrontaciones sobre este y otros temas sensibles, como el gasto en defensa. Meloni aseguró que Italia alcanzará el 2% del PIB destinado a defensa en la próxima cumbre de la OTAN, cumpliendo así con los compromisos de la alianza.
En el plano migratorio, Trump y Meloni también exhibieron afinidad. El presidente estadounidense evitó responder a las preguntas sobre un caso de deportación errónea, remitiéndose “a los abogados”.
A lo largo de la jornada, la líder italiana reiteró su apuesta por la unidad de Occidente. “Estoy aquí precisamente porque creo en ella”, declaró.