Un grave accidente aéreo ha tenido lugar este miércoles en la capital de Estados Unidos, cuando un avión de pasajeros de American Airlines colisionó en pleno vuelo con un helicóptero militar sobre el río Potomac. El suceso dejó un saldo de 67 fallecidos y ha generado un despliegue masivo de equipos de emergencia y fuerzas de seguridad en la zona.
El avión involucrado, un Bombardier CRJ-700 del vuelo American Eagle 5342, había partido desde Wichita (Kansas) con 60 pasajeros y cuatro tripulantes. Durante su maniobra de aproximación al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, chocó con un helicóptero militar Sikorsky H-60 (Black Hawk) que realizaba ejercicios de entrenamiento con tres militares a bordo. La colisión ocurrió a las 20:48 hora local (2:48 en la España peninsular), provocando la explosión de ambas aeronaves y su posterior caída en el río Potomac.
Los servicios de emergencia, compuestos por unas 300 personas, recuperaron 28 cuerpos: 27 pertenecían al avión y uno al helicóptero. Ningún ocupante de las aeronaves sobrevivió. Según testigos presenciales y vídeos difundidos en redes sociales, el helicóptero se acercó peligrosamente al avión hasta impactar contra él, iluminando el cielo nocturno con una explosión visible incluso desde el Kennedy Center.
Datos del accidente
Los datos de FlightAware mostraron que el avión seguía una trayectoria regular hacia el aeropuerto, mientras que el helicóptero realizaba maniobras erráticas sobre el río antes del impacto. Las grabaciones del control de tráfico aéreo revelan cómo un controlador advirtió al helicóptero del paso del CRJ-700: “¿Tienes el CRJ a la vista? Pasa por detrás del CRJ”, indicó. Sin embargo, la colisión ocurrió 20 segundos después.
Los equipos de rescate han trabajado sin descanso desde el momento del accidente, utilizando embarcaciones, buzos y equipos de rastreo para recuperar los cuerpos y restos de las aeronaves. Este jueves, una bandera estadounidense ondeaba cerca de la zona mientras continuaban las tareas de recuperación.
Declaraciones oficiales y reacción pública
El presidente Donald Trump lamentó la tragedia en un comunicado, expresando su apoyo a las víctimas y sus familias: “Que Dios bendiga sus almas. Gracias a los primeros intervinientes por su labor excepcional.” Posteriormente, en su red social Truth, Trump señaló posibles fallos en la gestión del tráfico aéreo y calificó el accidente como “evitable”.
Por su parte, American Airlines confirmó la tragedia y anunció la apertura de líneas de asistencia para familiares. El consejero delegado de la aerolínea, Robert Isom, aseguró que colaborarán plenamente con las investigaciones. Entre los pasajeros del avión se encontraban los ex campeones mundiales de patinaje sobre hielo Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov, además de otros ciudadanos rusos, según informó el portavoz del Kremlin.
Las autoridades civiles y militares han iniciado una investigación conjunta para determinar las causas exactas del accidente. En los últimos dos años, se han reportado varios incidentes cercanos en el Aeropuerto Ronald Reagan, donde los aviones han estado a punto de colisionar debido a la congestión aérea y la escasez de controladores.
Este accidente rememora el desastre de 1982, cuando un avión de Air Florida se estrelló en el puente de la Calle 14, también sobre el río Potomac, causando 74 muertes. Asimismo, el último accidente mortal de una aerolínea comercial en EE. UU. había ocurrido en 2009, con el siniestro del vuelo 3407 de Colgan Air.