Una mujer de 46 años ha muerto y seis civiles han resultado heridos en la región de Moscú, en Rusia, tras un ataque masivo con drones ucranianos, uno de los más grandes registrados hasta la fecha desde el inicio del conflicto entre Ucrania y Rusia hace más de dos años. El ataque se produjo durante la madrugada del martes en la localidad de Rámenskoye, situada a unos 50 kilómetros al sureste de la capital rusa. Los fragmentos de uno de los drones derribados cayeron sobre la pista del aeropuerto de Zhukovski, en la misma población, lo que causó la interrupción de vuelos y un aumento de tensión en los aeropuertos cercanos.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha declarado que ha derribado un total de 144 drones en su territorio durante la noche, de los cuales 20 sobrevolaron la región de Moscú. A pesar de la magnitud de este ataque, que representa la primera víctima mortal en la región de la capital desde el inicio de la guerra, el Kremlin ha asegurado que la situación está bajo control. Dmitri Peskov, portavoz del presidente Vladímir Putin, ha afirmado que el ejército ruso «ha adquirido bastante experiencia en la lucha contra drones y obtiene buenos resultados», aunque evitó proporcionar detalles adicionales.
Terrorismo en Rusia
El Comité de Investigación ruso ha iniciado una causa penal por terrorismo en respuesta al ataque, lo que podría conllevar una condena de cadena perpetua según el código penal del país. En Rámenskoye, dos edificios de gran altura fueron alcanzados por los drones, provocando un incendio en uno de ellos que obligó a su evacuación. Al menos 54 de las 102 viviendas resultaron afectadas por el fuego.
El ataque también afectó la actividad aérea en la capital rusa. Los aeropuertos de Domodédovo y Vnúkovo, ubicados en la ruta de los drones ucranianos, cancelaron vuelos durante varias horas. En Zhukovski, un aeródromo civil y militar, las operaciones permanecían paralizadas hasta pasado el mediodía mientras las autoridades investigaban el incidente.