Todo preparado para la cumbre de la OTAN en Madrid. 40 líderes internacionales y más de 5.000 asistentes visitarán la ciudad de Madrid entre el martes 28 y jueves 30 de junio. La cumbre se celebra en España coincidiendo con su 40º aniversario de la entrada en la Alianza Atlántica y es una de las más trascendentales de su historia. El evento resulta decisivo por el complejo contexto internacional, con la invasión de Putin en Ucrania y la amenaza de entrar en un conflicto mundial como telón de fondo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha declarado en una rueda de prensa reciente que el evento está preparado para que los países miembros de la Alianza Atlántica tomen decisiones clave como el «fortalecimiento de las fuerzas de disuasión» y un «mayor apoyo a Ucrania» en su cruzada con las ansias belicistas de Vladimir Putin.
Nuevas adhesiones
Además de la invasión rusa de Ucrania, Finlandia y Suecia esperan el visto bueno de los 30 miembros de la Alianza, pendientes de la decisión de Turquía, que hasta ahora no ha dado su brazo a torcer y bloquea el ingreso de los países escandinavos por sus políticas de acogida a militantes kurdos.
Los desafíos de la OTAN
Stoltenberg tiene la ardua tarea de encauzar una de las cumbres más determinantes de los últimos años. Además de los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países aliados, socios clave como Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, también estarán presentes en las reuniones. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel, también lo harán como invitados estratégicos europeos.
Si de algo se ha caracterizado el pilotaje de la OTAN por parte del noruego es la capacidad de mediar entre posturas distintas dentro de la Alianza. Ahora tiene el desafío de conseguir que Turquía levante el veto a la entrada de Finlandia y Suecia por sus conexiones kurdas. Grecia también tiene asuntos pendientes con Ankara y no pondrá las cosas fáciles para resolver una tensiones crecientes entre los dos países.
Rusia y China
Por si fuera poco, el dirigente atlantista noruego tiene en el horizonte establecer la nueva narrativa respecto a Rusia. La relación entre Putin y OTAN será un capítulo determinante en el destino por dilucidar en un mundo cada vez más complejo. Estados Unidos también tiene la oportunidad de afianzar su influencia en la Alianza. Los norteamericanos ya miran por el retrovisor a la todopoderosa economía de China, que observará desde la distancia la cumbre de la OTAN en Madrid, fundamental para redefinir el concepto estratégico de defensa que dibuja el tablero político mundial.