Israel ha roto este martes, de manera sorpresiva, la tregua vigente en Gaza con una amplia ofensiva de bombardeos aéreos y de artillería que han causado más de 400 muertos y alrededor de 600 heridos, según datos aportados por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. La tregua, que cumplía cerca de dos meses, fue interrumpida en plena madrugada y durante el Ramadán, mes sagrado musulmán, sorprendiendo a los habitantes de Gaza mientras dormían.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó esta ofensiva afirmando que es «solo el principio» y anticipó que las negociaciones para retomar la tregua se realizarán únicamente «bajo fuego». Además, Netanyahu subrayó que las acciones militares israelíes irán aumentando progresivamente.
Las ciudades más afectadas fueron Deir al Balah, Al Mawasi, Ciudad de Gaza, Jan Yunis y Rafah. Precisamente en Al Mawasi, Israel había establecido previamente una zona denominada «humanitaria» hacia donde había dirigido a civiles desplazados. Además, Israel ha reanudado la política de desplazamientos forzosos, ordenando evacuaciones en Beit Hanún, en el norte, y Jan Yunis, en el sur, zonas cercanas a la concentración militar israelí desde que se inició la tregua.
Víctimas palestinas
Según las autoridades palestinas, dos tercios de las víctimas mortales corresponden a mujeres y menores, un porcentaje similar al registrado durante los primeros 15 meses de conflicto previos al alto el fuego. Entre los muertos también se encuentran cuatro altos cargos políticos del movimiento Hamás, incluido Essam al Dalis, considerado jefe del Gobierno en Gaza.
Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó su «horror» por los nuevos ataques israelíes, calificándolos como «una tragedia añadida» que intensificará la crisis humanitaria en Gaza.
La Casa Blanca confirmó recibir consultas previamente sobre la ofensiva y expresó apoyo a Israel, atribuyendo la responsabilidad de la escalada al movimiento islamista Hamás y sus aliados regionales.