La milicia islamista Hamás entregó este jueves los cuerpos de cuatro rehenes procedentes de Israel en un acto de alto contenido propagandístico contra el primer ministro Benjamín Netanyahu. Los ataúdes, que contenían los restos de Shiri Bibas, sus hijos Ariel y Kfir, y Oded Lifshitz, fueron expuestos en un escenario antes de ser entregados al Comité Internacional de la Cruz Roja. La organización humanitaria los trasladó posteriormente a las fuerzas israelíes, que llevaron a cabo una ceremonia fúnebre dentro de la Franja de Gaza. Los cuerpos se encuentran ahora en el Centro Nacional de Medicina Forense en Abu Kabir, al sur de Tel Aviv, donde ha comenzado su proceso de identificación.
El acto, celebrado en Bani Suheila, cerca de Jan Yunis, se diseñó para impactar a la opinión pública israelí. Los ataúdes se cubrieron con telas blancas por personal de la Cruz Roja, pero antes estuvieron expuestos durante cerca de media hora, mientras se proyectaban imágenes y mensajes que culpaban a Netanyahu y al ejército israelí de la muerte de los rehenes. En el escenario predominaba una imagen del primer ministro israelí caracterizado como un vampiro junto a los rostros de los fallecidos, con un mensaje que lo acusaba de ser responsable de su muerte en bombardeos sobre Gaza.
Hamás ha insistido en que los cuatro rehenes murieron como consecuencia de ataques aéreos israelíes poco después de haber sido secuestrados el 7 de octubre de 2023. El Gobierno de Israel confirmó la víspera la muerte de Shiri Bibas y sus hijos, los rehenes más jóvenes capturados en el ataque. Hamás ya había notificado su fallecimiento durante el primer alto el fuego, en noviembre, aunque sin aportar pruebas concluyentes. Netanyahu rechazó la propuesta de un intercambio en su momento.
Diferentes facciones palestinas
El acto contó con la presencia de cientos de gazatíes, además de milicianos armados y miembros de diferentes facciones palestinas. Durante la ceremonia, se exhibieron réplicas de misiles estadounidenses en un intento de responsabilizar a Israel y sus aliados del desenlace fatal de los secuestrados. La entrega de los cuerpos se realizó en un contexto de incertidumbre sobre el futuro de la tregua en Gaza, mientras el Gobierno israelí mantiene suspendidas las negociaciones para una segunda fase del alto el fuego.
Desde la plaza en Tel Aviv dedicada a los rehenes, familiares y ciudadanos israelíes recibieron con conmoción la noticia. El presidente de Israel, Isaac Herzog, emitió un comunicado en el que expresó el dolor de la nación y pidió disculpas en nombre del Estado por no haber podido proteger a los secuestrados ni devolverlos con vida. “Nuestros corazones están destrozados. No hay palabras”, afirmó Herzog.
Por su parte, Netanyahu ha prometido una respuesta contundente y ha citado un pasaje de los Salmos: “Oh, Dios de la venganza, señor de la venganza, aparece”. La reanudación del conflicto sigue en el aire, mientras decenas de rehenes continúan en cautiverio en Gaza y el ejército israelí mantiene la opción de retomar las operaciones militares.