El Gobierno de Francia evalúa la distribución de un manual de supervivencia dirigido a la población, cuyo objetivo sería preparar a los ciudadanos para situaciones de crisis como accidentes industriales, epidemias, eventos climáticos extremos, ciberataques o conflictos armados. La iniciativa la ha adelantado la radio francesa Europe 1 y ha generado preocupación entre algunos sectores de la ciudadanía debido a las recientes referencias del presidente Emmanuel Macron sobre la posible «amenaza rusa».
La publicación de este folleto informativo, de unas 20 páginas, podría concretarse antes del verano si finalmente recibe la aprobación del Ejecutivo encabezado por François Bayrou. Su contenido se estructura en tres secciones principales: instrucciones básicas para la autoprotección y la protección del entorno cercano; indicaciones claras sobre cómo actuar ante amenazas inmediatas, incluyendo una lista de teléfonos de emergencia y emisoras de radio, así como medidas específicas en caso de amenaza nuclear, como mantener las ventanas cerradas; y orientaciones sobre cómo contribuir activamente a la seguridad de la comunidad, participando en reservas civiles o uniéndose como voluntarios a cuerpos de emergencia.
Adicionalmente, el manual propone que cada hogar disponga de un kit básico de supervivencia compuesto por al menos seis litros de agua potable, alimentos en conserva suficientes, linternas, pilas y un botiquín con medicamentos esenciales como paracetamol, soluciones salinas y material de primeros auxilios.
Resiliencia ciudadana
Fuentes oficiales del Gobierno de Francia han aclarado a diversos medios que el propósito principal de este manual de supervivencia es reforzar la resiliencia ciudadana ante crisis diversas, sean estas naturales, tecnológicas o de seguridad, desvinculando la iniciativa de un contexto específicamente bélico, a diferencia del caso reciente de Suecia. Este país distribuyó millones de folletos alertando sobre riesgos específicos como conflictos armados o campañas de desinformación.
La noticia trascendió en coincidencia con la reciente visita del presidente Macron a la base militar de Luxeuil-Saint-Sauveur, donde anunció el fortalecimiento de la capacidad militar francesa con dos nuevos escuadrones de cazas Rafale, dotados con misiles de crucero, enfatizando la importancia de la defensa preventiva para evitar conflictos.