Dos días después del devastador atentado en Moscú, la conmoción sigue palpitando en toda Rusia. Con un dolor creciente, se confirma que el número de víctimas mortales ha ascendido a 133, con más de 100 personas aún luchando por sus vidas en hospitales, lo que sugiere que la cifra podría aumentar. Entre los fallecidos se encuentran tres niños, sumiendo a la nación en un estado de duelo y consternación.
Las autoridades rusas han intensificado sus esfuerzos para abordar este acto de violencia sin sentido. El director del Servicio Federal de Seguridad ha anunciado la detención de 11 individuos, cuatro de los cuales se cree que están directamente vinculados al ataque. La operación para capturar a dos de ellos incluso llevó a una persecución en coche en la región de Briansk.
Los informes confirman que el ataque fue llevado a cabo por un grupo de terroristas armados, quienes abrieron fuego en la entrada del complejo comercial Crocus City Hall y luego continuaron disparando dentro de la sala de conciertos donde se iba a celebrar un evento musical.
El Estado Islámico reivindica el atentado
El autodenominado Estado Islámico ha reclamado la responsabilidad de este acto atroz, sembrando aún más terror en la ya estremecida población. Se informa que la embajada estadounidense había advertido sobre la posibilidad de un ataque terrorista en un evento público en Moscú, lo que ahora se ha materializado trágicamente.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha prometido que llevará ante la justicia a los responsables, destacando que algunos de ellos están huyendo hacia Ucrania. Mientras tanto, la solidaridad internacional se ha manifestado a través de mensajes de apoyo y condolencias hacia las víctimas y sus familias.
En respuesta a esta tragedia, se han tomado medidas drásticas tras el atentado en Moscú y otras ciudades, con la suspensión de eventos públicos y el refuerzo de la seguridad en aeropuertos, estaciones de tren y otros lugares clave. La nación rusa, aún aturdida por la magnitud de la violencia sufrida, se aferra a la esperanza de que la unidad y la determinación prevalezcan sobre el miedo y la desesperación.