El presidente Volodímir Zelenski ha decidido posponer indefinidamente la cumbre clave para consensuar con sus aliados la implementación de su Fórmula de Paz. Este plan, diseñado en 2022, busca garantizar la integridad territorial de Ucrania, reforzar la seguridad energética y establecer mecanismos legales para juzgar los crímenes de guerra cometidos por Rusia. Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su enfoque pragmático hacia las negociaciones con Moscú han complicado el escenario para Kiev.
La Fórmula de Paz, que en junio de 2024 fue debatida en una cumbre en Suiza con la participación de más de 90 Estados y organizaciones internacionales, ha sido criticada por su carácter maximalista y la falta de apoyo de potencias clave como China, India, Brasil o México. Estas ausencias, junto a la creciente presión de Estados Unidos para buscar soluciones rápidas y menos estrictas, han llevado a expertos y analistas políticos a considerar inviable el plan de Zelenski. El académico ucraniano Mikola Kapitonenko afirmó que la primera cumbre no solo evidenció una disminución del apoyo internacional hacia Ucrania, sino también una consolidación del bloque de países cercanos a la posición rusa.
Geopolítica de Trump
La postura de Trump ha agregado incertidumbre. El mandatario estadounidense, quien inicialmente prometió resolver el conflicto en sus primeras 24 horas de gestión, reconoció recientemente que alcanzar un acuerdo tomará al menos seis meses y requerirá medidas de presión sobre Moscú. En un mensaje publicado en su red social, Truth, Trump amenazó con sanciones y aranceles a Rusia si Vladímir Putin no acepta negociar. Estas declaraciones muestran una estrategia más pragmática, orientada a negociar directamente con Moscú y Pekín, algo que, según analistas, podría dejar a Ucrania en una posición secundaria en las conversaciones.
Por su parte, Zelenski, durante su intervención en el Foro de Davos, evitó mencionar explícitamente su Fórmula de Paz y subrayó la importancia de una paz «justa y duradera». Además, expresó su preocupación por la pérdida de influencia europea en las negociaciones, preguntándose si Trump tomará en cuenta las posiciones europeas o priorizará un acuerdo con Rusia y China.