Yolanda Díaz ha anunciado su dimisión como líder de Sumar después de la debacle de su partido en las elecciones europeas, aunque continuará con sus funciones dentro del Gobierno de coalición como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Así lo comunicó en una comparecencia sin preguntas apenas unas horas después de que su formación abriera oficialmente un periodo de «reflexión».
El resultado de las elecciones europeas ha abierto una crisis en Sumar, evidenciando que el proyecto político se desinflaba y que el liderazgo de Yolanda Díaz se resquebrajaba. El socio minoritario del Gobierno de coalición ha retrocedido del 12,3% en las elecciones generales al 4,6% en el 9-J, mientras que Podemos se ha acercado con un 3,2%. Así, el espacio de la izquierda alternativa no llega ni siquiera al 8%.
Sumar obtuvo una victoria pírrica frente a la candidatura de Irene Montero, empatando en votos y escaños con el partido antisistema de Alvise, lo que ha debilitado la posición del proyecto y de Díaz en el Gobierno como vicepresidenta segunda. Díaz pedía «más fuerza» en la campaña, pero ha salido debilitada, asumiendo «responsabilidades» con la drástica decisión de renunciar a su cargo orgánico como «coordinadora de Sumar». «La ciudadanía ha hablado y yo voy a hacerme cargo», justificó Díaz.
La Ejecutiva de Sumar celebró una larga reunión este lunes, tras la apertura de un tiempo para «reflexionar» de manera «sosegada» sobre la construcción del partido y su papel dentro del Gobierno. La primera consecuencia es la marcha de Díaz, pero no será la última, ya que los partidos que forman parte de la alianza están muy enfadados y exigen cambios drásticos en el funcionamiento y una mayor participación en la toma de decisiones, respetando sus zonas de influencia y «arraigo territorial».