La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha salido reforzada tras superar este jueves una moción de censura promovida por los grupos de derecha radical en el Parlamento Europeo. La iniciativa fue rechazada por 360 votos, frente a 175 a favor y 18 abstenciones, muy lejos de la mayoría reforzada de dos tercios necesaria para prosperar.
La moción, impulsada por 79 eurodiputados de formaciones como Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Patriotas por Europa y Europa de las Naciones Soberanas, ha evidenciado tanto la debilidad del frente euroescéptico como las tensiones internas en el bloque proeuropeo, especialmente entre socialistas, liberales y verdes. Von der Leyen ha agradecido el respaldo asegurando en la red X que «la UE necesita fuerza, visión y capacidad de actuar», especialmente “ante intentos externos de desestabilización”.
Fisuras dentro de la gran coalición
Pese al resultado, el debate previo dejó al descubierto crecientes discrepancias entre los partidos que hasta ahora han sostenido la mayoría en la Eurocámara. Socialistas, verdes y liberales criticaron duramente las recientes concesiones medioambientales de la presidenta y el «doble juego» del Partido Popular Europeo, que —según denunciaron— ha pactado en ocasiones con la extrema derecha.
La líder de los socialistas europeos, Iratxe García, llegó a barajar la abstención como señal de protesta, pero finalmente el grupo votó en contra de la moción, justificando su decisión en el compromiso de Von der Leyen de mantener el Fondo Social Europeo como partida independiente en el próximo presupuesto plurianual (2028).
«Nuestro voto no significa que no seamos críticos con esta Comisión», advirtió García, quien también alertó de que la confianza con el PPE está «más deteriorada que nunca».
Divisiones en la extrema derecha
La moción tampoco ha conseguido un frente unido entre los partidos ultraconservadores. Dentro del grupo ECR, por ejemplo, los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni votaron en contra, mientras que Ley y Justicia (PiS) de Polonia figuró entre los principales promotores. El único jefe de Gobierno que públicamente apoyó la moción fue el húngaro Viktor Orbán, que instó a Von der Leyen a dimitir.
En el caso español, solo los eurodiputados de Vox votaron a favor. Los socios de Pedro Sánchez, incluidos Podemos, Sumar, ERC o BNG, se ausentaron, al igual que el eurodiputado Alvise Pérez, único español firmante de la moción.
Durante el debate, Von der Leyen arremetió contra los impulsores de la censura, acusándolos de ser «marionetas de Putin» y de fomentar teorías conspirativas para dividir a Europa. También apeló a la unidad de las fuerzas democráticas, comprometiéndose a buscar «compromisos» pese a las diferencias políticas.