El Reino Unido ha decidido limitar la venta de armas a Israel debido a preocupaciones de que estas puedan estar siendo utilizadas en violación de las leyes humanitarias internacionales. El ministro de Exteriores, David Lammy, anunció este lunes en el Parlamento la suspensión de 30 licencias de exportación de armamento, una medida con un alto peso simbólico que representa un golpe diplomático para el gobierno de Benjamin Netanyahu. Esta decisión afecta a 30 de las 350 licencias de exportación actualmente concedidas a empresas británicas, lo que equivale a menos del 10% del total. Los materiales afectados son principalmente componentes para aeronaves militares, incluidos aviones de combate, helicópteros y drones.
Las armas británicas constituyen apenas el 1% del material bélico que Israel adquiere, mientras que Estados Unidos y Alemania son sus principales proveedores. Este último aprobó en 2023 exportaciones por valor de 330 millones de euros, mientras que Washington entrega anualmente unos 3.100 millones de euros en ayuda militar. A pesar del impacto limitado de esta medida en términos prácticos, supone un desafío significativo a la política exterior del Ejecutivo israelí, ya que el Reino Unido se convierte en el primer gran aliado occidental de Israel que suspende, aunque sea parcialmente, la venta de armas.
Presión del Partido Laborista
La decisión del Gobierno británico, encabezado por el primer ministro Keir Starmer, responde en parte a la presión interna del Partido Laborista, que ha criticado la respuesta tibia del líder ante los recientes ataques israelíes contra Gaza. Durante los últimos dos meses, un equipo del Ministerio de Exteriores del Reino Unido revisó exhaustivamente las operaciones israelíes en Gaza, ante la sospecha de que Israel podría estar utilizando armamento británico en acciones que violan el derecho internacional humanitario. El ministro Lammy afirmó que el informe señala un «riesgo claro» de que determinadas exportaciones de armas del Reino Unido puedan cometer o facilitar dichas violaciones.
Reacción de Israel
La reacción del Gobierno israelí no se ha hecho esperar. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, expresó su indignación en redes sociales, calificando la medida como «profundamente descorazonadora», especialmente en un momento en que Israel libra una «guerra en siete frentes distintos». Por su parte, el ministro de Exteriores, Israel Katz, consideró que la decisión británica envía un «mensaje muy problemático» a Hamás y a sus aliados iraníes.