Alemania se enfrenta a una crisis política tras la reciente ruptura del Gobierno de coalición liderado por el canciller Olaf Scholz. La desintegración del tripartito que unía a los socialdemócratas, liberales y ecologistas abre camino hacia unas elecciones anticipadas. Sin embargo, la fecha de estos comicios aún está en disputa, generando tensión entre Scholz y la oposición, liderada por el democristiano Friedrich Merz.
Scholz, quien asistió a la cumbre de la UE en Budapest, expresó disposición para negociar una fecha electoral que podría adelantarse a la que originalmente tenía en mente: finales de marzo de 2024. En un gesto de apertura, Scholz admitió la posibilidad de dialogar con los partidos de la oposición para llegar a un acuerdo sobre leyes urgentes que podrían aprobarse antes de finalizar el año. Su objetivo es evitar que el país quede paralizado durante un período prolongado, especialmente en un momento de crisis económica e industrial que afecta a la mayor economía de Europa.
Próximas elecciones
No obstante, la presidenta de la Comisión Electoral, Ruth Brand, ha advertido sobre las dificultades logísticas de organizar elecciones en plena temporada navideña. En un principio, las próximas elecciones estaban programadas para septiembre de 2025, al final de la legislatura. Sin embargo, tras la salida del líder liberal Christian Lindner del Ministerio de Finanzas, Scholz propuso un plan de tres fases que prevé aprobar medidas prioritarias antes de las vacaciones navideñas. Entre estas medidas destaca un paquete legislativo dirigido a combatir la inflación y apoyar la industria en crisis.
Merz, líder de la CDU y principal contendiente de Scholz, propone que las elecciones se celebren el 19 de enero, buscando evitar un vacío de poder que, según él, Alemania no puede permitirse en el contexto actual. Merz cuenta con el respaldo de las encuestas, las cuales posicionan a su partido como favorito para suceder a los socialdemócratas en el poder.
Moción de confianza
Scholz tiene previsto presentar una moción de confianza el 15 de enero, con lo cual se activaría el proceso constitucional para disolver el Parlamento y convocar elecciones. Esta moción, una herramienta excepcional en el sistema político alemán, facilitará un adelanto electoral y la transición hacia un nuevo Gobierno en caso de que Scholz no consiga el respaldo necesario.