El método 30-30-30 ha llegado para quedarse. Se trata de una nueva tendencia con gran popularidad en redes sociales y que cuenta con el respaldo de numerosos expertos. ¿En qué consiste? Es muy fácil: se deben ingerir 30 gramos de proteínas en la primera media hora del día, y después realizar 30 minutos de ejercicio cardiovascular, de intensidad baja a moderada.
“Todo el mundo es consciente de la necesidad de seguir una alimentación sana y equilibrada a la hora de perder peso, pero cada vez más personas entienden la importancia del ejercicio regular, no solo para perder kilos, sino para mantenerse sanos y en forma”, afirma el doctor Borja Núñez de Aysa, experto en Medicina Deportiva de Olympia Quirónsalud.
El truco de este método, según defiende este especialista, es aprovechar el primer tramo de la mañana, el mejor momento para la quema de calorías. “Las proteínas aportan saciedad y aceleran el metabolismo, intensificando la quema de calorías desde primera hora del día, además de proporcionar un aumento de energía y beneficios para la salud cardiovascular”, explica Núñez de Aysa.
A su juicio, este método no solo preserva la masa muscular, sino que facilita la pérdida de peso de manera sostenible. Eso sí, advierte que para perder kilos no basta con aumentar la ingesta de proteínas matinales, sino que también es clave controlar la alimentación diaria y reducir el número total de calorías ingeridas.
Potenciar la masa muscular
Este método favorece el aumento de la masa muscular, no solo por la ingesta de proteínas, sino también por la quema de grasa corporal y la práctica de ejercicio. “Las dietas ricas en proteínas fomentan el desarrollo muscular cuando se pierde peso. Además, las proteínas juegan un papel clave en la recuperación celular y en la reparación de tejidos”, señala el experto.
Un estilo de vida más saludable
Si se sigue el método 30-30-30, a lo largo de la semana se habrán realizado 210 minutos de ejercicio aeróbico, superando la recomendación mínima de la OMS de 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa semanales. Además, “empezar bien el día” con ejercicio aumenta la energía y reduce el riesgo de sobrepeso y diabetes tipo 2.
¿Qué tipo de ejercicio se recomienda? No es necesario optar por entrenamientos de alta intensidad. Con una caminata o un trote ligero de media hora es suficiente. “Lo ideal es moverse lo suficiente como para sudar levemente”, apunta Núñez de Aysa.
Otro beneficio de este método es que ayuda a regular el reloj biológico, ya que al salir al aire libre el cuerpo se adapta a la luz natural y al ambiente matinal, favoreciendo un ritmo circadiano saludable.