El general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, compareció este lunes desde Moncloa para informar sobre la actuación de la unidad durante la catástrofe ocasionada por la DANA que afecta a la Comunidad Valenciana. En su intervención, Marcos contradijo las recientes declaraciones del presidente autonómico, Carlos Mazón, quien atribuyó al mando militar la decisión de despliegue de tropas en las áreas afectadas, minimizando la responsabilidad del gobierno autonómico en este aspecto.
Marcos fue categórico al aclarar que, aunque la UME dispone de tropas alertadas las 24 horas, la autorización para intervenir en una zona de emergencia debe proceder del director de la emergencia de la comunidad autónoma, en este caso, el responsable designado por la Comunidad Valenciana. “Puedo tener 1.000 soldados en la puerta de la emergencia, pero no puedo entrar legalmente hasta que el director de la emergencia me autoriza”, subrayó. Además, explicó que en nivel de emergencia 2, la gestión recae sobre el gobierno autonómico, que decide los lugares específicos donde los efectivos militares deben intervenir.
Despliegue adelantado de 500 militares
En cuanto a las operaciones en marcha, el general Marcos detalló que la UME activó su sistema de alerta temprana desde el inicio de la emergencia meteorológica, movilizando a aproximadamente 500 militares en un despliegue adelantado para estar listos a ingresar a las zonas afectadas apenas se autorizara su entrada. Desde entonces, el número de efectivos ha aumentado progresivamente hasta alcanzar los 6.600, cifra que se ampliará a 7.800 en las próximas horas. Los esfuerzos de la UME se centran en restablecer la movilidad y el acceso a las áreas devastadas, tarea complicada por el nivel de destrucción en las infraestructuras locales.
Marcos también informó sobre el establecimiento de una morgue temporal en la Comunidad Valenciana, con capacidad para albergar hasta 400 cuerpos, un recurso que calificó como indispensable para atender con dignidad a las víctimas. Este despliegue, indicó, se está desarrollando en colaboración con las autoridades locales para proporcionar un espacio adecuado para los fallecidos.
“Sin dejar una casa atrás”
Al referirse a la coordinación con las autoridades locales y a la receptividad de los habitantes, el general pidió paciencia a los ciudadanos valencianos, recalcando que la movilización de los militares enfrenta obstáculos logísticos significativos, derivados de la destrucción de carreteras y otros accesos esenciales. Sin embargo, se comprometió a responder a todas las peticiones de asistencia y aseguró que los soldados están realizando su labor “sin dejar una casa atrás” y que incluso están doblando turnos para atender las demandas de la población.
A nivel político, la catástrofe ha despertado también un debate sobre la posible declaración de emergencia nacional, sugerida por el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. De implementarse, esta medida retiraría el mando de la situación a Mazón, un miembro de su propio partido, y transferiría la dirección al gobierno central. La declaración de emergencia nacional se reserva para situaciones de mayor gravedad que requieren un liderazgo y una coordinación centralizada para optimizar los recursos y facilitar la asistencia en todo el territorio afectado.