La posibilidad de que Austria tenga por primera vez desde 1945 un jefe de Gobierno de extrema derecha se ha vuelto tangible tras el fracaso de las negociaciones para formar un gobierno sin el partido ultra FPÖ. El presidente Alexander van der Bellen, siempre reticente a la idea de Herbert Kickl como canciller, ha anunciado que recibirá al líder del FPÖ este lunes para discutir la formación del gobierno.
El ex canciller Karl Nehammer ha dimitido tras no lograr un acuerdo entre conservadores y socialdemócratas. La decisión de Nehammer de dejar su cargo se anunció en un vídeo publicado en X, donde también mencionó su retirada como líder del ÖVP. Este partido ha designado a Christian Stocker como presidente interino, lo que abre la puerta a posibles negociaciones con el FPÖ para una coalición.
Las tensiones políticas aumentaron cuando el partido Neos abandonó las negociaciones para una coalición tripartita, dejando a conservadores y socialdemócratas con una mayoría muy estrecha en el Parlamento. Sin embargo, no lograron superar sus diferencias, especialmente en cómo abordar el déficit presupuestario.
Herbert Kickl, líder del FPÖ, ha criticado la estrategia de Van der Bellen y ha señalado que su partido podría ahora formar gobierno, ya sea mediante una coalición con el ÖVP o a través de nuevas elecciones donde las encuestas le dan una ventaja aún mayor. El presidente ha insistido en la necesidad de un gobierno con una mayoría sólida y ha prometido mantener los pilares democráticos del país.