La Fundación Jiménez Díaz es el colaborador hospitalario de un proyecto piloto iniciado hoy por la Comunidad de Madrid para acercar su medicación a unos 70 pacientes con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), personas que viven con el VIH (PVV) y que, gracias a esta iniciativa, podrán recogerla en las farmacias más próximas a sus domicilios, y no en el hospital como hasta ahora, lo que les evitará desplazamientos innecesarios.
Esta iniciativa de la sanidad pública madrileña, inscrita en la nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica aprobada por el Ejecutivo regional y ratificada por la Asamblea autonómica en diciembre de 2022, se desarrollará durante un año en 14 oficinas de farmacia ubicadas en el distrito de La Latina, en Madrid capital, en colaboración con la Fundación Jiménez Díaz, que se ha encargado de seleccionar y contactar a los pacientes participantes, y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).
Los fármacos antirretrovirales son de diagnóstico hospitalario y su dispensación está restringida al propio centro que sigue a estas personas. “En el caso del tratamiento incluido en este proyecto pionero en Madrid -dolutegravir y lamivudina 50/300 MG COMP-, los pacientes deben recogerlo de la Farmacia Hospitalaria de su centro de referencia con una periodicidad bimestral, tal y como explica la Doctora Ana Cordero, especialista de este servicio en la Fundación Jiménez Díaz y responsable de la iniciativa en este centro.
Un circuito adaptado para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VPH
Para estos pacientes de VIH, que tienen una vida social, laboral y familiar activa, tener que desplazarse al hospital para recoger la medicación, afecta a menudo a estos ámbitos de su día a día, además del consabido estigma que aún rodea esta enfermedad. Por ello, “este proyecto facilitará su conciliación y, sobre todo, ayudará a mejorar su calidad de vida”, añade la Doctora Cordero, en la misma línea que la Comunidad de Madrid explica que la iniciativa pretende “evaluar en qué medida acercar este tipo de tratamientos al enfermo es eficaz y mejora la accesibilidad”.
En la Fundación Jiménez Díaz, que ha modificado su circuito de dispensación para adaptarlo al proyecto, éste se vehiculizará a través de su aplicación de desarrollo propio y vía de comunicación con el usuario, el Portal del Paciente, a través del cual éste recibirá un aviso dos semanas antes de la cita con el Servicio de Farmacia Hospitalaria en el que se le solicitará que confirme si desea recibir su medicación directamente en la farmacia elegida por él entre las participantes en la iniciativa.
Si el paciente lo confirma en los siguientes siete días, el citado servicio preparará la dispensación de la medicación y la entregará en la farmacia correspondiente a través de una distribuidora, garantizando en todo momento su trazabilidad. El farmacéutico, por su parte, será el responsable de la recepción, verificación, custodia y entrega, siguiendo el protocolo establecido.
La Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid realizará periódicamente el seguimiento de los resultados, lo que permitirá valorar el grado de satisfacción de los pacientes y si se extiende esta experiencia a otras patologías, medicaciones o áreas.