El Gobierno estadounidense ha presentado una demanda contra Apple, acusándola de prácticas monopolísticas en el mercado de los ‘smartphones’. Esta acción marca el inicio de la primera gran ofensiva antimonopolio de la Administración Biden contra el gigante tecnológico, siguiendo los pasos de las investigaciones previas de la administración Trump hacia empresas como Amazon, Meta (anteriormente conocida como Facebook) o Alphabet (empresa matriz de Google).
La denuncia, presentada por el Departamento de Justicia de EE.UU. junto con los fiscales generales de 16 estados, alega que Apple utiliza prácticas anticompetitivas para elevar los precios de sus servicios y mantener una valoración excesiva del iPhone, su producto insignia. Se señala que estas prácticas no se limitan solo al iPhone y al Apple Watch, sino que abarcan otros aspectos como la publicidad de la marca, el navegador y las llamadas FaceTime.
Según el comunicado del Departamento de Justicia, Apple habría bloqueado aplicaciones de mensajería multiplataforma, causando perjuicio a servicios de nube y streaming que no estuvieran disponibles en su tienda en línea. El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, afirmó en una conferencia de prensa que los consumidores no deberían verse afectados por precios más altos debido a estas prácticas anticompetitivas.
Golpe de efecto
La denuncia, que tiene 88 páginas, podría obligar a Apple a realizar cambios en sus negocios más lucrativos, como el iPhone, que generó más de 200.000 millones de dólares en ventas en 2023, el Apple Watch y sus servicios, que reportaron ganancias significativas para la empresa.
Apple ha respondido a la denuncia argumentando que cumplir con las regulaciones implica costos y que este caso podría limitar su capacidad para innovar y afectar la demanda de los clientes. La empresa ha calificado la acción legal como un ataque a sus principios y a la competencia en un mercado altamente competitivo.
Esta denuncia surge después de años de investigación sobre las prácticas de Apple y se suma a otras acciones legales anteriores, como las relacionadas con el precio de los libros electrónicos y la supuesta colusión para reducir los salarios. La acusación actual busca responsabilizar a Apple y evitar que continúe con estrategias ilegales en otros mercados cruciales.
En el último trimestre de 2023, Apple controló el 64% del mercado de smartphones en EE.UU., en comparación con el 18% de Samsung, lo que subraya su posición dominante en este sector.