Los presidentes Joe Biden de EE. UU. y Xi Jinping de China han logrado modestos avances en la mejora de las relaciones bilaterales en el encuentro celebrado este jueves en California. La cumbre, que tuvo lugar en una mansión en las afueras de San Francisco, se extendió por cuatro horas y culminó con acuerdos para restablecer comunicaciones militares y combatir el tráfico de fentanilo, una droga opioide causante de numerosas muertes en EE. UU.
Ambos líderes, que se conocen desde hace más de una década, han acordado mantener líneas de comunicación abiertas para evitar que la rivalidad entre estas dos potencias globales se convierta en un conflicto. Esta apertura al diálogo marca un tono conciliador a pesar de las claras diferencias entre ambas naciones, especialmente en temas sensibles como Taiwán.
Diferencias sobre Taiwán
Taiwán, la isla de régimen democrático que China considera parte de su territorio, representa el principal punto de discordia. Xi Jinping ha subrayado su importancia, mencionando que es potencialmente el tema más peligroso en las relaciones bilaterales. Aunque ha expresado preferencia por una unificación pacífica, también ha indicado condiciones bajo las cuales China podría utilizar la fuerza.
Biden, por su parte, ha reafirmado la política de Una Sola China de EE. UU., reconociendo a Pekín como el gobierno legítimo de China y considerando el estatus de Taiwán como no decidido. También ha instado a China a respetar los resultados de las próximas elecciones taiwanesas.
Espíritu conciliador
La cumbre ha tenido momentos de cercanía personal, incluyendo un paseo por los jardines de la residencia Filoli. Biden recordó a Xi que comparte la fecha de cumpleaños con la esposa del líder chino, Peng Liyuan. Sin embargo, al final de la rueda de prensa, Biden calificó a Xi como un «dictador», manteniendo una postura firme.
Además de Taiwán, los líderes encontraron armonía en la lucha contra el fentanilo. EE. UU. y China trabajarán juntos en procedimientos para combatir empresas que producen precursores de esta droga. También se ha logrado el restablecimiento de las comunicaciones militares, interrumpidas desde la visita de Nancy Pelosi a Taiwán en 2022.
Mensaje a Irán y contexto global
Biden ha pedido a Xi en California transmitir un mensaje a Irán, enfatizando la importancia de evitar acciones que amplíen el conflicto en Oriente Próximo. Este pedido refleja la influencia de China en la región y su relación con Irán.
El encuentro llega en un momento crítico, con la economía china alicaída y EE. UU. presionado por conflictos en Ucrania y Oriente Próximo. La reunión buscó evitar que la rivalidad entre estas dos grandes potencias económicas se convierta en enfrentamiento.
Esta cumbre celebrada en California, la primera desde Bali en 2022 entre Biden y Xi, es un paso hacia la reconstrucción de la confianza y la relación bilateral. Aunque las diferencias persisten, la disposición al diálogo y la resolución de ciertos temas clave marcan un avance en las tensas relaciones entre EE. UU. y China.