Un recorrido en la crisis del país asiático

China y Taiwán, casi un siglo de conflicto

La reciente visita de la norteamericana Nancy Pelosi a Taiwán ha provocado un nuevo pico de tensión entre China y Estados Unidos por la isla

Multitud en Taiwán. Foto: © Jasmin Örtel / Flickr/ CC BY-NC-ND 2.0.

La reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán ha vuelto a elevar la tensión entre China y Estados Unidos. El gigante asiático insiste en mantener el control sobre la «provincia rebelde», pero Washington hace todo lo posible -dentro de la diplomacia- para que Taiwán siga teniendo su autonomía.

Pekín siempre ha mantenido la «política de una sola China», algo que choca con la isla de Taiwán, que ha mantenido una cierta autonomía desde que se retirase allí el bando derrotado en la Guerra Civil China hace casi un siglo. Sin embargo, Estados Unidos apoyó militarmente a la República Popular de China y se comprometió, al mismo tiempo, mediante la Ley de Relaciones con Taiwán, a ayudar a Taiwán en su autodefensa.

Taiwán fabrica más del 60% de los semiconductores en todo el mundo

Desde entonces, con el apoyo de Washington, la isla de Taiwán ha crecido paralelamente a China, convirtiéndose así en una de las economías más importantes del mundo. De allí sale más del 60% de los semiconductores fabricados en todo el mundo, algo primordial para el desarrollo tecnológico.

A Estados Unidos le interesa una isla como Taiwán porque sirve también como un freno a las ansias expansionistas de China por el Pacífico. Al igual que Taiwán, China también creció económicamente, lo que ha provocado un aislamiento entre el territorio continental y la isla. Pekín siempre ha querido recuperar Taiwán, pero antes de su impulso económico no contaba con la fuerza militar suficiente para ello.

Pekín ha realizado numerosas maniobras militares alrededor de la isla que se toman por algunos analistas internacionales como una provocación

Ahora el gigante asiático reclama mayor control de la isla desde que el líder chino, Xi Jinping, impulsase recientemente una política exterior más agresiva. Pekín ha realizado numerosas maniobras militares alrededor de la isla que se toman por algunos analistas internacionales como una provocación.

Las fuerzas chinas y taiwanesas son exageradamente desiguales. Si solo se toman los soldados en activo, China cuenta con dos millones de efectivos, frente a los 170.000 de Taiwán, según Global Firepower 2022. El presupuesto de las tropas taiwanesas en defensa es de 16,8 mil millones de dólares, mientras que las chinas invierten 230 mil millones de dólares.

El presupuesto de las tropas taiwanesas en defensa es de 16,8 mil millones de dólares, mientras que las chinas invierten 230 mil millones de dólares

La visita de Pelosi a la isla provocó nuevas amenazas de China para recuperar la isla, algo que de momento se ha quedado en palabras. El conflicto se acerca ya a casi un siglo de duración, ya que se remonta a la Guerra Civil China, entre 1927 y 1949. Sin ánimos de relajarse, China ha seguido anunciando maniobras militares que algunos medios señalan como el preludio de una posible invasión.

El apoyo de Estados Unidos a Taiwán, por el momento, se va a mantener después de la visita diplomática de Nancy Pelosi. La isla podrá seguir disfrutando de la autonomía que ha dispuesto históricamente. Lo que no parece tan claro es que China vaya a renunciar a uno de los territorios más prósperos de Asia con la inflación desbocada y con los efectos de la pandemia de la COVID-19 aún latentes.

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