El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó la ciudad de Jersón, la única capital de región que los rusos llegaron a controlar militarmente desde el inicio de la operación militar de Vladimir Putin. La visita por sorpresa del mandatario ucraniano apenas un día después de la liberación de la ciudad supone se produce tras el tercer gran repliegue ruso en Ucrania desde la invasión en febrero.

«¡Gloria a Ucrania!», gritaron unos habitantes desde el balcón de un edificio. «¡Gloria a los héroes!», respondieron el mandatario y sus hombres, como dice la tradición. Zelenski aprovechó su visita para señalar las «atrocidades» cometidas supuestamente por el ejército ruso en la región. «Los investigadores ya documentaron más de 400 crímenes de guerra», dijo el presidente de Ucrania.

Una visita ‘anunciada’

Volodímir Zelenski anunció el pasado 11 de noviembre que la ciudad de Jersón volvía a estar bajo el control de Ucrania, después de que las tropas rusas decidieran retirarse al otro lado del río Dniéper, que actúa como frontera natural entre el norte y el sur de la región. El tercer gran repliegue ruso en Ucrania se produce tras la retirada de 30.000 soldados al sur del río Dniéper.

Rusia ha vuelto a responder duramente con el bombardeo a Kiev.

Con todo ello, la visita por sorpresa del mandatario a la región no es más que una consecuencia de la culminación de semanas de liberación de territorios por parte del ejército de Ucrania. No obstante, Rusia ha vuelto a responder duramente con el bombardeo a Kiev, justo después de la intervención de Zelenski de forma telemática en la cumbre del G-20.

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró este lunes que la retirada de tropas rusas de Jersón y su repliegue al otro lado del río Dnipro supone un «punto de inflexión» en la guerra en Ucrania.