Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades mentales, que padecerán una de cada cuatro personas a lo largo de su vida y afectan actualmente a un 9 por ciento de la población española, representan alrededor del 40 por ciento de las patologías crónicas y son la principal causa de los años vividos con discapacidad. En este escenario, pero en un nivel superior de gravedad y afectación, figura el trastorno mental grave (TMG), que abarca un conjunto de alteraciones psiquiátricas de prolongada duración con un grado variable de discapacidad y disfunción social, y que incluyen a personas que cumplen criterios diagnósticos de patologías como los trastornos esquizofrénicos, esquizotípicos, esquizoafectivos, bipolares, de personalidad, delirantes (persistentes o inducidos), depresivos graves recurrentes, episodios depresivos graves con síntomas psicóticos u otros trastornos psicóticos no orgánicos.
Los TMG comparten características como su aparición más frecuente en la etapa final de la adolescencia o al inicio de la edad adulta, su cronicidad, la posibilidad de mejorar los síntomas con un adecuado tratamiento, y sus consecuencias, múltiples y complejas, ya que afectan tanto a los aspectos sanitarios y psiquiátricos, como psicosociales, y a todas las áreas de la vida del paciente (conducta, destrezas, autonomía, relaciones personales, laborales…), pudiendo repercutir de forma importante en el desarrollo de actividades cotidianas.
Por todo ello, y dadas las necesidades y problemas intrínsecos y específicos de su situación, las personas con trastorno mental grave requieren ser atendidas en recursos asistenciales especializados, integrales y con amplia experiencia, para garantizar un correcto diagnóstico, tratamiento y seguimiento de sus alteraciones psiquiátricas.
Atención multidisciplinar y longitudinal de TMG
Este es el caso de la Unidad de Trastorno Mental Grave del Departamento de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz, “especializada en la atención multidisciplinar y longitudinal de pacientes con trastornos psicóticos y bipolares y otros TMG y que, desde su creación en 2009, ha atendido ya a más de 3.000 personas diagnosticadas con este tipo de alteración”, explica su coordinador, el Doctor Sergio Sánchez Alonso.
Ubicada en el Centro de Especialidades Periférico (CEP) de Pontones, “nuestra unidad tiene como objetivo el tratamiento especializado de los trastornos psicóticos (esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno delirante y otras psicosis no afectivas) y de los trastornos bipolares, tanto en pacientes estables como subagudos, contando para ello con un Hospital de Día Psiquiátrico especializado en fases iniciales”, concreta el especialista.
Para ello, ofrece “tratamiento intensivo en los primeros años de la enfermedad, atendiendo el periodo crítico para crear una ventana de oportunidad que permita mejorar el curso y evolución de la patología -continua-, así como seguimiento especializado tras este periodo crítico para no interrumpir el control de los pacientes ni tener que cambiar a los profesionales encargados del mismo”. Objetivos ambos que se completan con la contribución a la prevención de recaídas y las posibles secuelas de las mismas, y la coordinación con la atención hospitalaria para fomentar el seguimiento en todas las fases de la enfermedad.
Con el fin de alcanzar estos retos, la Unidad de Trastorno Mental Grave de la Fundación Jiménez Díaz ello proporciona tratamiento, tanto psicofarmacológico individualizado y especializado atendiendo a las características de cada paciente, como no farmacológico, en formato individual y grupal de tipo psicoeducativo, familiar y frente al trauma; continuidad de cuidados con educación para la salud, monitorización y administración de tratamientos; y valoración social individualizada atendiendo a las necesidades psicosociales de los pacientes.
Unidad de Trastorno Mental Grave
Además del citado Hospital de Día Psiquiátrico para aquellos pacientes en fases iniciales de su enfermedad y con necesidad de atención intensiva, la Unidad de Trastorno Mental Grave de la Fundación Jiménez Díaz cuenta con “dos consultas de Psiquiatría para el seguimiento continuado de los pacientes desde el primer episodio, una consulta de Psicología Clínica que cubre los tratamientos no farmacológicos de los pacientes, cuatro consultas de Enfermería especializada en Salud Mental que proporcionan continuidad de cuidados, administración y monitorización de tratamientos farmacológicos y, finalmente, una consulta de Trabajo Social que cubre y coordina las necesidades psicosociales de los pacientes”, añade el Doctor Sánchez.
Unas infraestructuras que se completan con un experimentado y multidisciplinar equipo asistencial formado por el coordinador de la unidad y la Dra. Laura Mata Iturralde, jefa de sección del Departamento de Psiquiatría en la Fundación Jiménez Díaz; Laura Muñoz Lorenzo, psicóloga clínica; Rosana Bello Sousa, Ana María Rico Romano, Alba Rodríguez Jover y Carolina Vigil López, todas ellas enfermeras; y Noelia Diezma Martín, trabajadora social del hospital madrileño.