El presidente ruso, Vladimir Putin, ha llegado a Pekín para un encuentro crucial con su homólogo chino, Xi Jinping, en medio de una creciente tensión global. Este viaje, que tiene lugar en un momento de intensos desafíos geopolíticos, representa un paso significativo para fortalecer la colaboración entre Rusia y China. El propósito inicial de la visita era participar en el foro internacional con motivo del décimo aniversario de la Nueva Ruta de la Seda, la ambiciosa iniciativa de infraestructura impulsada por China para establecer conexiones globales. Sin embargo, el encuentro entre Putin y Xi adquiere una urgencia adicional debido a la reciente escalada del conflicto entre Israel y Hamás, que amenaza con generar repercusiones de gran alcance en la escena internacional.
La visita de Putin a Pekín, en su primer viaje al extranjero desde la invasión de Ucrania, resalta la importancia estratégica de la alianza entre Rusia y China en un contexto de tensiones persistentes con Occidente. La estrecha relación entre ambos líderes ha llevado a un aumento considerable en el comercio bilateral, particularmente en medio de las sanciones impuestas por los países del G-7 contra Rusia. A pesar de la cautela de Occidente, China ha mantenido una posición equilibrada en la crisis ucraniana, evitando condenar la invasión rusa mientras se propone como mediadora en busca de una solución política.
Visita de Putin a Pekín
Durante su estancia en Pekín, Putin también buscará coordinar la iniciativa china de la Nueva Ruta de la Seda con la Unión Económica Euroasiática, un proyecto de integración liderado por Moscú que abarca a varias exrepúblicas soviéticas. Además de su encuentro con Xi Jinping, el presidente ruso tiene programadas varias reuniones bilaterales con los líderes de otros países participantes en el foro, según un comunicado del Kremlin.
El mensaje de Putin, enfocado en la importancia de la estabilidad mundial y el papel de China como mediador en la crisis ucraniana, refleja su postura a favor de un mundo multipolar y su crítica al orden internacional liderado por Estados Unidos. A medida que se intensifican los desafíos globales, la colaboración entre Rusia y China adquiere una importancia creciente para contrarrestar las presiones occidentales y salvaguardar los intereses estratégicos de ambas naciones.