Un atentado armado perpetrado en plena mañana de lunes ha dejado, al menos, seis muertos y quince heridos en Jerusalén, en el que se considera uno de los episodios más graves desde que estalló la guerra en Gaza en octubre de 2023. El ataque, que se registró en la parada de autobús del cruce de Ramot, cerca del centro de la ciudad, fue ejecutado por dos asaltantes que subieron a un autobús para abrir fuego contra pasajeros y peatones. Entre los fallecidos se encuentra un joven español de veinticinco años que acababa de contraer matrimonio, además de ciudadanos israelíes en diferentes franjas de edad.
Soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, junto a civiles armados, lograron abatir a los atacantes en el mismo lugar de los hechos. Las imágenes difundidas mostraron escenas de caos y pánico entre la multitud, evocando episodios traumáticos de la historia reciente israelí. El servicio de emergencias Magen David Adom ha advertido que el número de víctimas mortales podría aumentar, dado que siete de los heridos permanecen en estado grave tras recibir impactos de bala.
Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, acudió de inmediato a la zona y suspendió su comparecencia prevista en un proceso judicial por corrupción. Netanyahu ha prometido intensificar su “guerra contra el terror en todos los frentes” y ordenó cercar las localidades cisjordanas de Qatanna y Al Qubeibah, de donde procedían los autores del ataque, según las autoridades.
“La Policía, el Shin Bet y el Ejército han evitado centenares de atentados, pero esta mañana no fue posible”.
“La Policía, el Shin Bet y el Ejército han evitado centenares de atentados, pero esta mañana no fue posible”, lamentó, al tiempo que reafirma su objetivo de destruir la estructura de Hamás y liberar a los rehenes en Gaza. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, abogó por una política de represalias más severa contra los entornos donde operan los asaltantes.
Tanto Hamás como Yihad Islámica han reivindicado el atentado como respuesta a las operaciones militares israelíes en Gaza y Cisjordania, amenazando con intensificar las acciones armadas si prosigue el actual contexto. Ambos grupos han calificado la acción como “operación heroica” y llamaron a una mayor movilización entre la población palestina.
El atentado y la respuesta inmediata de las principales autoridades israelíes profundizan el clima de tensión y consolidan una narrativa de confrontación prolongada en la región. El compromiso expreso de Netanyahu de mantener la presión militar y la vigilancia operativa en Cisjordania y Gaza sienta las bases para una nueva fase de endurecimiento en la seguridad y en las relaciones bilaterales con los actores palestinos.