Se cumple el segundo aniversario de los ataques del 7 de octubre de 2023. Lejos de aflojar, las fuerzas lideradas por Benjamín Netanyahu intensifican su presión militar sobre Gaza en un contexto marcado tanto por el recuerdo del asalto de Hamas como por la incertidumbre sobre el futuro político y humanitario del enclave palestino. Tanques, aviones de combate y buques de la Marina israelí han concentrado su fuego sobre el norte de la Franja y Jan Yunis, elevando aún más la tensión en una zona ya devastada por ciclos de violencia ininterrumpida.
Las intervenciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han ido acompañadas de nuevas humaredas, visibles desde el territorio israelí, y de un balance provisional de al menos seis víctimas mortales en la jornada. La ofensiva coincide con una fase crítica de negociaciones internacionales, supervisadas desde Egipto y bajo la tutela discreta de delegaciones egipcias y qataríes, que buscan articular una salida política al conflicto y responder a la propuesta de 20 puntos impulsada por Donald Trump.
Mientras la comunidad internacional evalúa salidas diplomáticas, Hamas emite señales de apertura en ciertos aspectos, aunque mantiene importantes líneas rojas. El grupo islamista se mostró dispuesto a entregar su arsenal a un comité egipcio-palestino, pero rechaza la cesión de la gestión de Gaza a un ente internacional de transición y descarta la presencia de figuras como Tony Blair al frente del gobierno transitorio del enclave. Blair, no obstante, podría asumir funciones de supervisión remota, según fuentes consultadas.
Condiciones para la devolución de rehenes
Por otro lado, Hamas ha planteado condiciones precisas para facilitar la devolución de rehenes israelíes, exigiendo no solo un alto el fuego en tierra, sino también la garantía de seguridad en el espacio aéreo para las operaciones de recogida de los cautivos dentro de un plazo de una semana.
En este contexto, Steve Witkoff, enviado especial estadounidense para el conflicto designado por Trump, se prepara para su llegada a Egipto, lo que ralentiza el desarrollo de unas negociaciones marcadas por la presión de Washington y la necesidad de acuerdos pragmáticos. El ministro egipcio de Exteriores, Badr Abdelatty, confirmó que en los próximos días se celebrará una reunión clave en un país europeo, con el objetivo de perfilar la composición de una fuerza multinacional encargada de supervisar la transición en Gaza. La comunidad internacional observa con atención el devenir de unos acontecimientos que definirán la gobernanza y la seguridad del enclave en el medio plazo.